Se trata del Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Capital Emprendedor, una iniciativa de $ 1.000 millones con la que el Ministerio de la Producción de la Nación facilitará el acceso al financiamiento para emprendedores de todo el país. Los créditos que se pueden solicitar son de hasta $ 250.000 a seis años.
El primer paso fue la figura de la Sociedad Anónima Simplificada (SAS), la herramienta con la que la Ley de Apoyo al capital emprendedor (27.349), aprobada en marzo pasado, buscó estimular el emprendedorismo flexibilizando el marco legal para las pymes. Ahora la apuesta es el Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Capital Emprendedor (Fondce), la iniciativa que permitirá a los emprendedores argentinos conseguir financiamiento a tasa 0% en la etapa inicial de sus proyectos.
La constitución de este fondo, que ya fue reglamentada, entró en etapa de definiciones al quedar definidas -la decisión correrá por cuenta de un jurado internacional- las aceleradoras, un total de 13, y los fondos de capital emprendedor, serán tres los elegidos, que seleccionarán y acompañarán a proyectos en su etapa de crecimiento y consolidación, a las que se destinarán aportes para los gastos operativos y para la inversión.
El secretario de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa, Mariano Mayer, y el director nacional de Capital Emprendedor, Lucas Cornejo, dieron detalles de esta iniciativa que incluye que incluye algunas herramientas novedosas para el sector como el denominado «préstamo de honor» de hasta 250 mil pesos que el emprendedor devolverá a tasa cero, en 6 años, y siempre y cuando le vaya bien.
Modelo israelí
Aunque se estudiaron varios modelos de estímulo al emprendedorismo a lo largo del mundo, el Fondce tiene mucho del que se aplica desde 1993 en Israel, y como aquel, cuenta con tres herramientas que permitirán potenciar estos desarrollos: tres distintos tipos de fondos para las distintas etapas del emprendimiento, el incentivo fiscal y, por último, el crowdfunding o financiación colectiva.
Fondos de fondos
«Para la etapa inicial, se podrá acceder a «fondos semilla», que son préstamos de hasta $ 250.000 a seis años (con uno de gracia) y tasa 0%. Es un ‘préstamo de honor’, lo que significa que si, por los avatares del negocio, al emprendedor le va mal, no lo tiene que devolver», detalló Cornejo sobre esta mecánica, la más novedosa de la iniciativa.
Pero también el Fondce contará con «Fondos de Aceleración» que tendrán por función ayudar a las pymes que buscan consolidar un modelo de negocios. Para ello se elegirán 13 aceleradoras, como se denomina a las instituciones que captan oportunidades de inversión, que, en coinversión con el Estado, seleccionarán y acompañarán a proyectos en su etapa de crecimiento y consolidación.
Esas aceleradoras tendrán, por un lado, un beneficio de cuatro años de coinversión en aquellos proyectos que ellas elijan y, por otro, el subsidio de sus costos operativos. Este beneficio es renovable.
El corolario de estas herramientas son los «Fondos de Expansión» que apunta a aumentar la oferta de capital disponible para emprendimientos de alto impacto que se encuentran en etapa de expansión local, regional o global. Serán tres fondos que tendrán un capital mínimo de US$ 30 millones. «Que la aceleradora tenga subsidiados sus costos operativos permite optimizar su estructura, y darle valor agregado a los proyectos», explicó Cornejo.
El incentivo fiscal
Inspirándose en los modelos británico y estadounidense, el Fondce permite al inversor deducir el 75 por ciento de su inversión por hasta el 10 por ciento de su base imponible de Ganancias.
La financiación colectiva o crowdfunding
Es un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos. Hasta ahora en Argentina existía el crowdfunding de donaciones o apoyos a proyectos, pero no existía la posibilidad de que hubiera inversiones.
«El crowdfunding permite democratizar aún más el acceso a la inversión porque permite la participación de pequeños inversores en este círculo virtuoso», explicó Mayer.
Y añadió: «Es muy auspicioso sobre todo para achicar la brecha entre las emprendedoras mujeres y sus pares varones. La mayoría de la inversión sigue yendo a proyectos desarrollados para varones. Esta modalidad es muy aprovechada en la mayoría de los países por las mujeres».
El Estado juegan un rol clave en este tipo de proyectos por su capacidad de generar un impacto que de otra manera no se alcanza. Desde el área que comanda Mayer lo tienen claro.
«Buscamos un marco integral de desarrollo. No sólo que el emprendedor gane dinero con su proyecto, sino que aporte innovación con su idea y que ésta redunde en más empleo y de mejor calidad», afirmó el funcionario.
Y concluyó: «El capital emprendedor democratiza el acceso al financiamiento, para conseguir inversión no hace falta más ser el ‘hijo de…’ o haber ido a una gran escuela de negocios, sino tener proyecto y equipo».
Fuente: El Cronista Comercial