La relativa calma del aislamiento obligatorio se desmoronó este viernes con la reapertura de los bancos para el pago a los jubilados y beneficiarios de planes sociales.
Ésto provocó que cientos de personas se agolpen desde muy temprano en las sucursales. Ante el caos que se generó, el Gobierno tuvo que disponer que las entidades abran el sábado y domingo.
La apertura bancaria es exclusiva para quienes no cuentan con tarjeta por robo o extravío ya que, de lo contrario, deberán retirar el efectivo a través de los cajeros automáticos, según estableció el Banco Central. Aunque es sólo para este universo de personas, en cada sucursal había varias cuadras de fila.
