Se trata de un desarrollo de la compañía israeí Gilboa. SaverOne funciona mediante una tecnología que impide que los celulares reciban mensajes mientras el conductor se encuentra al volante.
“Hablamos de una adicción”, explica Ori Gilboa, director ejecutivo de SaverOne; y remarca que, como con cualquier otra adicción, mantener límites autoimpuestos es difícil. De esta manera, SaverOne se activa automáticamente bloqueando las señales que entran a los dispositivos móviles ubicados a un máximo de 20 centímetros del volante.
El sistema funciona a partir de una serie de sensores que se encuentran instalados en el automóvil y que permiten aislar señales electromagnéticas. “Creemos que cuando haya regulación, el sistema vendrá como parte del automóvil”, explica Gilboa. “La Unión Europea ya redactó un proyecto de ley que menciona que se requiere la instalación de un sistema de reducción del peligro en vehículos a partir de 2022”, aseguró también.
SaverOne fue la primera empresa israelí en cotizar en bolsa desde el inicio de la pandemia, y aunque fue esta misma situación la que impidió que la marca pudiese expandirse a Estados Unidos y Europa, hace pocas semanas la empresa firmó su primer contrato comercial luego de instalar 250 de sus sistemas en la flota de camiones del Millennium Group, también en Israel. Para fines de 2021, SaverOne espera tener 1.000 sistemas en funcionamiento.
Por lo pronto, Gilboa asegura que su producto parte de una necesidad urgente: según las estadísticas de su país, el 25 por ciento de los accidentes son causados por el uso de celulares. Esto, explica el empresario, no solo provoca que día a día se pierdan vidas, sino también dinero. Cada día que un camión o autobús no está en servicio debido a un accidente, una empresa pierde capital.
Fuente: israel21c
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