Los cultivos de cereales siempre van a necesitar de extensos campos, pero los tomates, pimientos, las verduras de hoja verde y las fresas son algunas de las muchas frutas y verduras que pueden crecer en interiores bajo condiciones controladas con precisión.
Aunque es más costoso cultivar en invernaderos o “fábricas agrícolas” urbanas, el premio es un mayor rendimiento, calidad y valor de mercado. Los vegetales pueden crecer durante todo el año con menos fertilizantes y pesticidas.
Mientras más cultivos viran hacia el interior, ciertas tecnologías israelíes se mueven con ellos para optimizar la iluminación, el riego, la temperatura y otros factores para una operación eficaz.
“Hay una creciente tendencia hacia la agricultura tradicional en invernadero y la agricultura hidropónica y vertical en interiores para ciertos tipos de cultivos”, explicó Sarai Kemp, vicepresidenta de flujo de acuerdos en Trendlines AgriFood, una empresa de Israel con sucursales en China y Singapur.
Kemp le contó a ISRAEL21c que la mayoría de los tomates cultivados en invernaderos van directamente a los consumidores mientras que la gran parte de los cosechados en el campo van a productos como el kétchup.
“Cultivar en interiores ayuda a producir más en un mejor ambiente respecto a los campos abiertos. Los agricultores invierten en tecnología para invernaderos porque con ella pueden controlar el entorno de cultivo y vender los productos a un mayor valor”, indicó Kemp, que añadió que gran parte de la tecnología de cultivo en interiores se originó en Israel porque “aquí tenemos la experiencia, la capacidad y la tecnología para brindar soluciones de monitoreo”.
Europa es el principal mercado para la tecnología de cultivo interior israelí y, en ese sentido, Kemp señaló que se acaba de abrir un nuevo mercado más cercano.
“Los Emiratos Árabes Unidos están muy interesados en la agricultura de interior debido a las condiciones del desierto que dificultan allí el cultivo en campos abiertos”, reveló.
Fuente: Israel 21c