“Ramón Mestre comenzó a dar sus primeros pasos para reinventar el liderazgo que alguna vez fue incuestionable en el radicalismo de Córdoba. Dejará en manos de lugartenientes los espacios del Comité y buscará un lugar en el Comité Nacional de la UCR, como uno de los cuatro delegados que tiene Córdoba”, explica Juan Manuel González en una nota publicada por lapolítciaonline.com, el 11 de febrero de este año.
En la nota, González asegura que ese será el cargo para el que Mestre se postulará en las internas del 14 de marzo. Iría, de ser así, de la mano del sector liderado por Mario Negri y con el apoyo de dos sellos alfonsinistas. De esta manera, además, el radicalismo cordobés buscaría cerrar la herida que dejó la derrota del 12 de mayo de 2019 cuando, en el marco de las últimas elecciones, la UCR perdió la Ciudad de Córdoba.
Al mismo tiempo, Mestre y Negri integran el sello Convergencia Córdoba Radical, que disputará la conducción del radicalismo con la alianza Sumar, liderada por Rodrigo de Loredo. Aún así, Mestre se bajó de la candidatura a presidente, se especula que para quedarse con una silla en la estructura nacional del partido.
“En la compleja rosca del radicalismo de Córdoba, Mestre pretende quedarse con una llave importante: la presidencia del Congreso Provincial, que define la política de alianzas locales. Allí quiere sentar, en el marco del acuerdo con Negri, a Facundo Cortez Olmedo, un incondicional”, explica el periodista.
En 2009, Mestre logró un escaño en el Senado por la minoría. Dos años más tarde fue electo intendente. «Un plan que ya funcionó«, dicen algunos mestristas.
Mientras tanto, el ex intendente de la Ciudad de Córdoba dice, al menos en público, que «aún no es tiempo de candidaturas».