San Expedito fue coronado mártir un 19 de abril, en el siglo IV d.C., en Melitene, Armenia.
Este santo fue comandante de una legión romana y como tal defendió al Imperio ante las invasiones de los bárbaros.
Según la tradición, en el momento de la conversión, se le acercó el demonio en forma de un cuervo que le gritaba «cras, cras cras» (en latín significa «mañana, mañana, mañana»). Expedito aplastó al cuervo tentador con prontitud diciendo «¡HODIE, HODIE, HODIE!» (HOY, HOY, HOY). Es por esto que en la iconografía, Expedito es representado como un soldado con una cruz en la que está escrito «Hodie» (hoy) y la hoja de palma (martirio). A sus pies hay un cuervo y la palabra «cras» (mañana).
A San Expedito se le invoca en problemas urgentes y se le venera como protector de jóvenes, estudiantes, enfermos, problemas laborales y de familia y juicios.