Zacarías Sánchez, un joven de 23 años oriundo de Pozo del Molle, fue condenado a tres años de prisión efectiva por distintos ilícitos cometidos durante 2020, entre ellos haber violado el aislamiento social, preventivo y obligatorio que regía en ese entonces.
Sánchez fue declarado culpable de violación de las medidas sanitarias para impedir la propagación de la epidemia, desobediencia a la autoridad y encubrimiento. El juicio fue presidido por la camarista Edith Lezama.
La historia penal del mollense comienza en 2019 cuando recibió su primera sanción, por entonces a tres años en suspenso, por delitos de violencia de género contra su expareja.
En mayo de 2020 fue llevado de nuevo al banquillo acusado de haber desobedecido una orden policial durante un control de seguridad y, en agosto, tuvo que declarar por violación de la cuarentena. Esta última vez, además, se lo encontró transportando una garrafa robada y, como no fue posible determinar que la hubiese sustraído él, Sánchez fue imputado por encubrimiento.
Zacarías Sánchez fue detenido y llevado a juicio por última vez en agosto de 2020. Desde entonces permanece en prisión.