«Los efectos secundarios de la guerra se están materializando», señalaron desde el directorio del Fondo Monetario
La primera revisión prevista en el marco del acuerdo recientemente rubricado por la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue adelantada para mayo próximo debido a las contingencias económicas derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El directorio del FMI, que el último viernes votó a favor del acuerdo que permite refinanciar los vencimientos de los 45.000 millones de dólares de la deuda contraída por la administración de Mauricio Macri, señalaron que «los efectos secundarios de la guerra se están materializando», por lo que se manifestaron a favor de la propuesta de adelantar una primera revisión del programa.
«Los directores acordaron que el programa está sujeto a riesgos excepcionalmente altos», indicaron en un comunicado.
Fuentes gubernamentales también confirmaron que la primera revisión se llevará a cabo en mayo.
El directorio del FMI, por su parte, reconoció «la vulnerabilidad de Argentina a los choques externos y las dificultades de implementación dada la compleja situación social y política».
«Al señalar que los efectos secundarios de la guerra en Ucrania se están materializando, los directores acogieron con beneplácito el acuerdo de las autoridades de adelantar la primera revisión del programa y las instaron a recalibrar las políticas, según sea necesario», sostuvo el organismo multilateral en el comunicado distribuido el viernes desde Washington.
En una línea similar se expresó la titular del FMI, Kristalina Georgieva: «En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluida la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa».
El Fondo reconoce de esta forma que la guerra en Ucrania ya está afectando a la economía argentina y que se hace necesario adaptar el nuevo programa que acaba de empezar, cuya base se terminó de delinear casi con el inicio del conflicto bélico.
También se anticipa a un eventual escenario negativo a causa de la guerra y podría permitir del algún modo ayudar a contrarrestar la incertidumbre que puede producir el alza de precios internacionales que afectan la balanza de pagos de la Argentina.
Esto último repercute de manera particular en el costo del gas, ya que en los precios actuales la Argentina necesitaría contar como mínimo con 5.000 millones de dólares para hacer frente a las importaciones, en base a cálculos de especialistas.
Tras la aprobación del acuerdo, el pasado viernes, se activó inmediatamente el giro de 9.650 millones al país, que pasó a aumentar las reservas del Banco Central.
De esta forma la Argentina podrá hacer frente a los vencimientos que tiene con el organismo este mes, en torno a 2.800 millones de dólares, y tendrá un resto para acumular reservas y ayudar a cumplir la pauta con el Fondo de acumular unos 5.800 millones de dólares a lo largo del año.
Tras la revisión de mayo, de cumplir la Argentina con las pautas previstas, el organismo daría luz verde a un segundo desembolso, en este caso de alrededor de 4.000 millones de dólares.