Mourinho, Dybala y muchos otros futbolistas de la Roma habían pasado antes de empezar el Shabat por Jerusalén, para visitar el Muro de los Lamentos.

Pocas horas después, estaban en Haifa celebrando la victoria sobre el Tottenham, dirigido por otro legendario entrenador, el italiano Antonio Conte.
El futbolista argentino, de 28 años, había disfrutado una apoteósica bienvenida en Roma de parte de miles de tifosi giallorossi que se reunieron para saludarlo frente al Palazzo della Civiltà Italiana.
La victoria en el primer amistoso disputado por el equipo de Mourinho en este verano boreal, recordó la agencia, le valió a los romanos la I-Tech Cup, un trofeo concedido por los organizadores del evento, la firma MTR7, como parte de una campaña para exhibir tecnologías locales.

Con base en Jerusalén, MTR7 es una empresa de eventos enfocada en proyectos centrados en el fútbol, incluyendo exposiciones de tecnología deportiva, academias, eventos educativos y partidos internacionales.