Murieron al menos 61 personas y se rescataron 19 inmigrantes con vida según dijo el ministro de Transporte libanés, Ali Hamie
«De acuerdo con algunos de los supervivientes, la barcaza llevaba a más de cien personas, y muchas de las víctimas no llevaban ningún tipo de documentación encima», aseguró Ali Hamie, que agregó que el departamento de transporte está en contacto continuo con las autoridades sirias.
Se registraron 61 muertos y 19 personas rescatadas con vida después de que una barcaza con inmigrantes a bordo se hundiese frente a las costas de Tartús en Siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de fallecidos a 62, la mayoría de nacionalidad siria, libanesa y palestina, y estimó que hay al menos 70 personas que siguen desaparecidas.
La ONG, con sede en el Reino Unido pero con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, dijo que «muchos de los sirios que murieron en el mar vendieron todas sus propiedades en Siria con el sueño de llegar a Europa, puesto que estaban muy afectados por la crisis en el Líbano».
Desde el 2020, que se desató una importante crisis económica en el Líbano, se ha registrado la salida de embarcaciones ilegales que tratan de llegar a Chipre con el objetivo de alcanzar países europeos.
Según la ONU, aquel año partieron al menos 38 barcos con más de 1.500 pasajeros, más del 75 % de los cuales fueron interceptados por las autoridades o devueltos a tierra.
Según datos de la ONU, el 80% de los libaneses viven por debajo del umbral de pobreza, mientras que cerca del 90% de la comunidad refugiada en siria sufren pobreza extrema y gran parte de ellos se encuentran afectados por la inseguridad alimentaria.
El pasado 23 de abril se hundió otra embarcación cargada de migrantes desesperados por dejar atrás la grave crisis económica del Líbano, y los equipos de rescate pudieron salvar con vida a unas 45 personas y recuperar al menos una decena de cadáveres.