“Solutum” está dirigida por Sharon Barak, una emprendedora que buscaba una solución para el 91% de los derechos que no se reciclan y contaminan el planeta

Se trata de una alternativa plástica, creada por Sharon Barak, quien es directora de tecnología de la startup Solutum de Israel. Recientemente se consagra ganadora de la competencia anual de empresas emergentes en la Escuela Coller de Administración de la Universidad de TelAviv.
“El planeta no se dirige en la dirección correcta. Todos conocen el problema del plástico. Después del cambio climático, el plástico es lo segundo peor que arruina nuestro planeta”, dijo Barak.
Después de convertirse en madre, la emprendedora comprendió que la cuestión se había vuelto aún más importante. Por ello, comenzó la necesidad de una solución a los 350 millones de toneladas de plástico en la Tierra.
Mientras trabajaba como ingeniera química en el departamento de investigación y desarrollo de una empresa de plástico, Barak se dio cuenta de los beneficios del plástico, pero notó que se usaba de manera irresponsable. Solo una vez.
Es por ello que pensó que el “reciclaje” podía ser una “buena solución” aunque quedase el problema de transportar los plásticos para reciclar y todo el proceso de reciclaje en sí, con lo cual se generaría más contaminación.
A pesar de todos los esfuerzos ecológicos en el mundo, solo se recicla el 9% de todos los plásticos.
“Tenemos que hallar una solución para el otro 91%. Yo quería resolver el problema del final de la vida útil del plástico”, contó la experta.
Así fue como Barak comenzó a investigar cómo se descomponían los materiales biodegradables de la naturaleza y pensó en la forma en que el azúcar se disuelve en el agua. Entonces se le ocurrió desarrollar un material natural que siguiera estas características.
Respetuoso del medio ambiente

En 2017 Barak fundó Solutum con el objetivo de fabricar materiales biodegradables que sean respetuosos con el medio ambiente.
No se necesitan procesos elaborados ni productos químicos para descomponer el material. Una vez que los consumidores han usado el producto hecho con Solutum, “lo descartan por el desagüe”, dijo Barak.
Desde entonces la producción está aumentando en la fábrica de Solutum, en TelAviv.
Los empleados de la empresa, que son alrededor de 20 personas, fabrican los productos con materia prima 100% ecológicos y usan maquinaria normal que se usa para fabricar plástico.
Próximamente, Solutum que busca reemplazar el plástico, iniciará operaciones de producción y venta en EEUU.
Barak está comprometida con su trabajo, pero admite que originalmente fundó la empresa para participar en una competencia de startups que perdió. Lo intentó de nuevo y tampoco lo consiguió. Al tercer intento, finalmente ganó.
“Nunca debes rendirte solo porque alguien piensa que no eres ganador. Hay que seguir intentándolo porque eventualmente es posible encontrar a alguien que pensará que eres un ganador”, concluyó.