Se trata de una moneda de curso legal paralela al Peso atada al oro mineral creada en 1881. Es una opción competitiva frente al dólar, que podría duplicar las reservas en oro.

Creada por la ley 1.310 en 1881, el Argentino Oro es una moneda, bajo el criterio del patrón oro, y tiene el valor del oro mineral con una pureza de 0,900 de 8,0645 gramos.
La moneda, que nunca fue derogada, es sobre lo cual el BCRA publica su cotización en forma trimestral y se utiliza en el Código aeronáutico. Por tanto, nuestro país tiene dos monedas instituidas por ley: el Argentino Oro y la conocida de curso legal que es el PESO (establecida por la ley 23.928).
Sin embargo, ésta como sus antecesoras también ha fallado para la comunidad nacional en su función de valor de reserva.
El ministro de Economía, Sergio Massa, recientemente ha hecho declaraciones públicas sobre la dolarización que existe en el país. Esta dinámica que se inicia a mediados de la década de 1970 no dejó de profundizarse y se acelera con las crisis cíclicas del país.
El BCRA no nos ha dado la opción de ahorrar en el Argentino Oro, siendo que desde esa misma época la entidad pública su cotización. Sin ponernos a buscar los motivos, hoy en día los argentinos tenemos muchas facilidades, a pesar de las restricciones, de ahorrar en dólares, pero ninguna en ahorrar en la moneda creada en 1881.

El Argentino Oro por su valor intrínseco atado por ley al oro mineral es una opción muy competitiva frente al dólar, que evitará que el ahorrista argentino frente a una crisis de su moneda de curso legal pierda el valor de sus esfuerzos.
La opción más factible, no sería la de acuñar el Argentino Oro, que implicaría tener dos monedas nacionales circulando, sino que el BCRA emita un certificado de tenencia garantizado con reserva de oro, y quede expresado en nuevas cajas de ahorro que puedan abrirse en todas las entidades del sistema financiero.
Por lo tanto, el objetivo no sería retirar el Argentino Oro y ahorrarlo fuera del sistema, sino que cuando decidamos salir de dicha inversión se nos pague el valor en PESOS, que estaría garantizado por el BCRA.
La cotización debería continuar siendo oficial como lo es ahora, pero ya no trimestral sino en tiempo real y con un mecanismo transparente en relación a la cotización del oro y otras variables como el tipo de cambio.