El número de víctimas mortales de la catástrofe climática que afecta al litoral norte de San Pablo ya superó las 40 personas, mientras las autoridades recomendaron a los turistas que abandonen la zona.

Las lluvias torrenciales causaron inundaciones y deslizamientos de tierra, en la región sureste de Brasil, lo que ocasionó más de 40 muertes, mientras que unas 40 personas permanecen como desaparecidas, informó este martes el gobierno regional.
De acuerdo con el comunicado emitido por el gobierno de Sao Paulo a las 08:30 hora local (11:30 GMT) de este martes, 43 personas fallecieron en las avalanchas ocasionadas por las lluvias en el municipio de Sao Sebastiao y un más en el balneario de Ubatuba.
Más de 2.400 personas tuvieron que ser desalojadas de la zona, luego de que perdieron sus viviendas por los deslaves.
La situación se produce en el marco de las fiestas de Carnaval, en que la región costera está colmada de turistas, por lo que muchos de ellos no pueden salir porque muchos caminos y carreteras que conectan con balnearios también resultaron dañadas.
Los municipios más afectados y en estado de calamidad decretado por el Gobierno de Brasil son Sao Sebastiao, Ubatuba, Guarujá, Bertioga, Ilhabela y Caraguatatuba, todos balnearios turísticos.

Militares, policías, bomberos y socorristas de Defensa Civil continuaban este martes con las labores de búsqueda y rescate de las personas desaparecidas en la zona de los deslaves.
Lula da Silva advirtió también sobre el riesgo de construir viviendas en áreas de riesgo, un problema crónico en Brasil, producto del déficit habitacional de 5,8 millones de casas en el país sudamericano.
Las principales víctimas de los deslaves fueron precisamente las poblaciones más pobres del país que viven en las laderas de los cerros.
El Fondo Social de San Paulo y la Defensa Civil comenzaron en este contexto con la distribución de 7,5 toneladas de donaciones con ayuda humanitaria para las víctimas de lo ocurrido en Brasil.
A su vez, la Marina ofreció sus refuerzos, que llevará aviones y un hospital de campaña con 300 camas a través de un barco. Habrá varias especialidades en la atención de urgencias, desde médicos a psiquiatras.



