Los científicos encontraron nuevas pistas sobre el derretimiento de los glaciares en la Antártida.
Un robot submarino bajo se desplegó en una plataforma de hielo en la Antártida lo que llevó a los científicos a descubrir nuevas pistas sobre el derretimiento de los glaciares.
Los hallazgos ayudarán a evaluar la amenaza que esta y otras plataformas de hielo suponen para el aumento del nivel del mar a largo plazo.
La investigación se encuentra patrocinada por Estados Unidos y Gran Bretaña, también cuenta con la colaboración internacional del Glaciar Thwaites, para comprender mejor lo que ocurre en el Thwaites.
Según informaron los científicos, la fusión general de la parte inferior de la plataforma de Thwaites, en la Antártida Occidental, era menor de lo que se esperaba a partir de las estimaciones derivadas de modelos informáticos. Pero también descubrieron que el deshielo rápido se producía en lugares inesperados: una serie de terrazas y grietas que se extendían hacia el interior del hielo.
Peter E.D. Davis, oceanógrafo de British Antarctic Survey, dijo sobre la investigación «nos dice mucho más sobre los procesos que impulsan el retroceso de Thwaites». Los resultados, publicados en la revista Nature, se utilizarán para perfeccionar los modelos que predicen el futuro a largo plazo de Thwaites.
La plataforma de hielo es la lengua flotante del glaciar Thwaites, un río de hielo del tamaño del estado de Florida (EEUU) que ayuda a mantener a raya una de las dos enormes capas de hielo de la Antártida.
Como consecuencia del cambio climático, las aguas que rodean la Antártida se calientan y a medida que el agua caliente fluye bajo la plataforma, el hielo se derrite por debajo y la plataforma se vuelve más delgada. La llamada línea de fondo, la zona en la que el hielo flotante se encuentra con el lecho rocoso, fue retrocediendo a medida que la plataforma perdía hielo, desplazándose unas 8 millas tierra adentro en las últimas dos décadas.
Thwaites ya contribuye en un 4% a la actual tasa global de aumento del nivel del mar, de unos 2,5 centímetros por década. Su retroceso se aceleró en las últimas décadas, pero los científicos debaten si llegó o está por llegar al punto en que su colapso sea inevitable. Si todos los glaciares principales de la Antártida occidental se derrumbaran, aumentarían el nivel del mar en 3 metros a lo largo de miles de años.
La estrella fue el robot submarino, llamado Icefin, diseñado, construido y operado por Schmidt y su equipo. Un cilindro de 9 pulgadas de diámetro y unos 12 pies de largo, que lleva cámaras, sonar y otros instrumentos, así como propulsores.
Icefin exploró grietas y terrazas escarpadas en la parte inferior del hielo y descubrió un derretimiento rápido, ya que la orientación casi vertical de las paredes laterales permitía la mezcla y aportaba más calor al hielo.
Schmidt dijo que los hallazgos proporcionaron un contexto importante para lo que está sucediendo en el glaciar Thwaites. «No se trata de ‘agua caliente igual a X cantidad de deshielo'», dijo. «Es ‘agua caliente más proceso X significa fusión'».
Debido a que en general hay menos fusión en la parte inferior, Thwaites sigue siendo inestable, dijo, «esto significa que en realidad se necesita mucho menos de lo que pensábamos para empujar estas cuestiones fuera de equilibrio».
«No significa que las cosas estén mejor«, añadió Schmidt. «Significa que las cosas son diferentes”.