Luis Caffarelli ganó el prestigioso premio Abel, considerado el Nobel de la matemática.

El científico argentino ganó el Premio Abel 2023 de la Academia Noruega de Ciencias y Letras. Se trata del máximo galardón mundial en la disciplina de la matemática. Recibirá su premio el próximo 23 de mayo, durante el acto de entrega que se celebrará en la ciudad de Oslo.
El premio Abel está financiado por el Gobierno de Noruega y su dotación es de 7,5 millones de coronas noruegas (más de 730.000 dólares). Será presentado por el Rey Harald V de Noruega.
La elección de Caffarelli se basó en la recomendación del Comité del Premio Abel, que está compuesto por cinco matemáticos de renombre internacional. El mérito de Caffarelli es que contribuyó a la comprensión de las ecuaciones diferenciales parciales. Lo hizo al haber introducido nuevas e ingeniosas técnicas.
“El matemático ha dado pruebas de un brillante conocimiento geométrico y ha aportado muchos resultados fundamentales”, señaló el jurado.

Sobre el ganador del Nobel de la matemática
Es un matemático sumamente prolífico, que ha realizado más de 130 colaboraciones y asesorado a más de 30 estudiantes de doctorado en un período de 50 años.
Al combinar su brillante conocimiento geométrico con ingeniosas herramientas analíticas y métodos, ha tenido y continúa teniendo un impacto muy importante en el campo.
Antes del Premio Abel, el científico ya había obtenido numerosos galardones, entre otros, el Premio Leroy Steele a la trayectoria otorgado por la Sociedad Estadounidense de Matemática, el Premio Wolf y el Premio Shaw. En 2003 recibió el Premio Konex de Brillante.
Hizo su doctorado en la Universidad de Buenos Aires en 1972. En 2012 esa universidad le otorgó el doctor honoris causa. En 1973, se incorporó a la Universidad de Minnesota como becario, y llegó al cargo de Profesor Titular Permanente en 1979.
Fue sucesivamente Miembro del Instituto Courant en la Universidad de Nueva York (1981-83), de la cual fue Profesor Titular en 1981. En 1994 regresó al Courant Institute de la Universidad de Nueva York con la cátedra Frank Gould Professor of Sciences, y finalmente en 1997 se trasladó a la Universidad de Texas, en Austin, donde aún trabaja.