En la celebración presidida por el Papa en la plaza frente a la Basílica abarrotada por unas 45.000 personas, resonó el anuncio de la Resurrección de Cristo.

En su mensaje por el domingo de Pascuas, el papa Francisco repitió varias veces la palabra «paz».
«Me gustaría decir a todos, con alegría en mi corazón: feliz Pascua a todos«, así envió el pontífice sus mejores deseos desde la Logia de las bendiciones.
Miles de fieles asistieron este domingo a la misa de Pascua en la Plaza de San Pedro Del Vaticano donde el Papa realiza su tradicional bendición «Urbi et Orbi» (a la «ciudad y al mundo»). A su vez, como siempre sucede en Semana Santa, Francisco también se dirigió a los conectados por los medios de comunicación.
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que «las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados», es decir, ya confesados.
El mensaje para Ucrania y para el pueblo ruso

El papa Francisco volvió a insistir con un llamamiento por la paz en Ucrania.
«Ayuda al amado pueblo ucraniano -rezaba Francisco en Urbi et Orbi- en su camino hacia la paz, e ilumina con la luz pascual al pueblo ruso. Conforta a los heridos y a aquellos que perdieron a sus familias a causa de la guerra y haz que los prisioneros puedan volver sanos y salvos junto a sus familias».
«Abre el corazón de toda la comunidad internacional para que trabaje para poner fin a esta guerra y a todos los conflictos que están ensangrentando el mundo», concluyó.
Un mensaje hacia el mundo

En su mensaje Urbi et Orbi, el papa Francisco recorrió todos los países del planeta que actualmente sufren guerras, pobreza y devastación y mostró su preocupación por los ataques en Tierra Santa.
«En este día, Señor, te encomendamos la ciudad de Jerusalén, primer testigo de tu resurrección. Expreso mi profunda preocupación por los ataques de los últimos días que amenazan el deseado clima de confianza y respeto mutuo, necesario para reanudar el diálogo entre los israelíes y palestinos, para que reine la paz en la Ciudad Santa y en toda la región«, dijo el pontífice en su bendición.
Francisco lanzó, por tanto, un llamamiento a toda la comunidad internacional «a trabajar para poner fin a esta guerra -dijo refiriéndose a Ucrania- y a todos los conflictos que están ensangrentando el mundo, empezando por Siria, que aún espera la paz”.
También, envió su apoyo a los afectados por el violento terremoto en Turquía y en la propia Siria. «Oramos por los que han perdido familiares y amigos y se han quedado sin hogar: que reciban el consuelo de Dios y la ayuda de la familia de las naciones», añadió el Papa.
Luego, el Pontífice mencionó a Líbano «todavía en busca de estabilidad y unidad», y a Túnez con un pensamiento para «los jóvenes y los que sufren problemas sociales y económicos». «Dirige tu mirada a Haití, que sufre desde hace varios años una grave crisis sociopolítica y humanitaria«, pidió el Papa.
«Consolida los procesos de paz y reconciliación emprendidos en Etiopía y Sudán del Sur, y haz cesar la violencia en la República Democrática del Congo», agregó.