El nuevo dispositivo médico podría revolucionar el tratamiento de la diabetes.

El dispositivo utiliza el azúcar de la sangre como fuente de energía y podría ofrecer una solución permanente para los pacientes diabéticos.
Un nuevo dispositivo médico podría revolucionar el tratamiento de la diabetes, ya que es capaz de convertir el azúcar de la sangre en energía para alimentar el dispositivo. El dispositivo, desarrollado por investigadores de la Universidad de California San Diego, se implantaría debajo de la piel y funcionaría con una batería que se recarga con la glucosa presente en la sangre.
Este dispositivo podría ofrecer una solución permanente para los pacientes diabéticos, ya que elimina la necesidad de inyecciones diarias de insulina y permite un control más preciso de los niveles de azúcar en la sangre. Además, al funcionar de manera autónoma, el dispositivo evitaría la necesidad de cargar con un dispositivo externo o un monitor continuo de glucosa.
Según los investigadores, la tecnología utilizada en este dispositivo se basa en la conversión de la glucosa en energía eléctrica mediante la acción de una enzima llamada glucosa oxidasa. Esta energía se almacena en una batería que se recarga continuamente a medida que el dispositivo convierte el azúcar de la sangre en energía.
Aunque aún se encuentra en fase de desarrollo, el dispositivo ha sido probado en ratones con resultados alentadores. Los investigadores esperan que en el futuro cercano se puedan realizar pruebas en humanos y que el dispositivo pueda ser comercializado en un plazo no muy lejano.
En resumen, este nuevo dispositivo médico para diabéticos podría revolucionar el tratamiento de la diabetes, ofreciendo una solución permanente para los pacientes. Al utilizar el azúcar de la sangre como fuente de energía, el dispositivo elimina la necesidad de inyecciones diarias de insulina y permite un control más preciso de los niveles de azúcar en la sangre. Aunque aún se encuentra en fase de desarrollo, se espera que en el futuro cercano se puedan realizar pruebas en humanos y que el dispositivo pueda ser comercializado.