Fue 2 a 0. Las conquistas uruguayas fueron convertidas por Ronald Araújo y Darwin Núñez. Argentina no perdía un partido desde el mundial.
La selección uruguaya se llevó un ‘Clásico del Río de la Plata’ diez años después. Lo hizo gracias a un gol de Araujo que certificó una victoria muy trabajada en un partido marcado por la intensidad. Argentina y un Messi que nunca estuvieron cómodos firman su primera derrota desde aquella contra Arabia Saudí en el Mundial de Qatar. La campeona ya no está invicta.
La primera mitad tuvo todo lo que se esperaba de un Argentina – Uruguay. Mucha intensidad, golpes, entradas duras y tanganas. Retener el balón más de dos segundos significaba que un rival se echara encima. Y el final solía ser el mismo, jugador al suelo sino era capaz de soltar rápido la bola. El único capaz de esconder el esférico era un Messi que demostró estar muy enchufado pero que no pudo superar esa presión uruguaya.
Los dos se acercaron al área rival, aunque los de Bielsa lo hicieron con más peligro, aunque el acierto lo tuvo Uruguay. El gol vino precedido, como no podía ser de otra manera, de una disputa. Viña le robó un balón en línea de fondo a Nahuel Molina, puso un pase al corazón del área y en segunda línea llegó el que nadie esperaba, Araujo que mandó el balón al fondo de la red. El jugador del Barça volvió a sacar ese hambre, ese gen competitivo y esas ganas de ganar que muestra en cada partido.
La segunda mitad siguió el mismo guión que la primera. Scaloni buscó dominar más con la posesión y meter a Uruguay atrás a través de posesiones largas. Uruguay aceptó el reto, se parapetó e instó a Argentina a llevar el partido a un duelo físico. La albicelete no estuvo cómoda en ningún momento y ni siquiera los cambios ofensivos pudieron meter un ritmo más alto.
Argentina empezó a dejar muchos espacios atrás y Uruguay aprovechó una pérdida de Messi para salir a la contra con un pase de Nico de la Cruz que dejó solo a Darwin para definir ante el Dibu y hacer el definitivo 2-0.
Derrota dura para Argentina que tiene por delante un encuentro ante Brasil en apenas tres días y tres puntos para Uruguay que da un golpe encima de la mesa tras ganar precisamente a la albiceleste y brasileños. El efecto Bielsa ha llegado para quedarse.