
La Argentina sufre otra jornada de calor extremo con temperaturas que superan los 37 grados.
Casi todo el país vivió este jueves otra jornada de calor extremo, con temperaturas que superaron los 37 grados en varias localidades, por lo que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alerta roja para diez provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). «Continuarán las alertas por temperaturas extremas unos días más en varias regiones», indicó esta tarde el SMN en su cuenta de la red social X.
El alerta roja abarca a Mendoza, San Juan y La Rioja, sureste y parte del centro de la provincia de Buenos Aires, CABA y zonas del conurbano bonaerense como Avellaneda, Berazategui, Lanús, Quilmes, Ezeiza, La Matanza, Merlo, Moreno, Pilar y Tres de Febrero. También se encuentran en nivel rojo casi todo el territorio de La Pampa, San Luis y Catamarca, norte y este de Neuquén, oeste de Córdoba y norte de Río Negro.
El alerta roja indica que las temperaturas en esa zona son «muy peligrosas y pueden afectar a todas las personas, incluso a las saludables», por lo que se recomienda aumentar el consumo de agua y no exponerse al sol en exceso ni en horas centrales (entre las 10 y las 16). Bajo alerta naranja, se encuentran el resto de la provincia de Buenos Aires, el sur de Río Negro, este de Neuquén, centro, sur, este de Córdoba, sur de Santa Fe, oeste de Entre Ríos, Tucumán, este de Jujuy, noreste de Catamarca y sur de San Luis.
Las temperaturas bajo nivel naranja «pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo». En el nivel amarillo se ubican Santiago del Estero, Corrientes, Formosa, Chaco, casi la totalidad de Salta, Misiones y Santa Fe, este de San Luis, este de Entre Ríos y norte y este de Córdoba. El nivel amarillo implica que las temperaturas tendrán un efecto leve a moderado en la salud pero pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años y con enfermedades crónicas.
Ante estas altas temperaturas, el Ministerio de Salud recomienda aumentar el consumo de agua, no exponerse al sol en exceso, prestar atención a los bebés, niños y personas mayores, evitar las bebidas con cafeína o alcohol, reducir la actividad física, usar ropa ligera y mantenerse en espacios ventilados o acondicionados. Además, se recuerda que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor y solo los métodos clásicos pueden prevenirlo y contrarrestarlo.