
Un equipo de especialistas del Conicet ha realizado un importante hallazgo en la Cueva Huenul de la provincia de Neuquén, Argentina. Han descubierto las pinturas rupestres más antiguas de Sudamérica.
Un equipo de especialistas del Conicet, que ha estado trabajando en la Cueva Huenul de la provincia de Neuquén durante más de trece años, ha logrado descubrir las pinturas rupestres más antiguas de Sudamérica.
Estas pinturas, que tienen una antigüedad de 8.200 años, ofrecen información valiosa sobre la ocupación humana durante un período climático desafiante.
Según los investigadores, las imágenes pintadas en las paredes de la cueva reflejan estrategias de supervivencia utilizadas por las poblaciones cazadoras-recolectoras de la región.
Estas estrategias les permitieron enfrentar las condiciones naturales hostiles, especialmente durante un período de extrema aridez que afectó la disponibilidad de recursos clave como el agua, la vegetación y la fauna.
El descubrimiento de estas pinturas rupestres arroja luz sobre la resiliencia humana en un contexto de cambio climático.
Los investigadores creen que el arte rupestre desempeñó un papel clave en la construcción de esta resiliencia, ya que permitió acumular conocimientos tradicionales sobre la vida en el desierto y transmitirlos a las generaciones futuras.
Las pinturas encontradas en la Cueva Huenul son las más antiguas de Sudamérica hasta la fecha.
Se estima que la más antigua tiene 8.200 años, mientras que la más reciente fue pintada hace 5.000 años.
La presencia de estas pinturas a lo largo del tiempo, con motivos similares y técnicas consistentes, indica la intencionalidad de mantener esta práctica de pintado a lo largo de las generaciones.
El proceso de datación de las pinturas rupestres fue complejo, ya que se requería la presencia de material orgánico para realizar el análisis con carbono 14.
Sin embargo, las condiciones ideales se dieron en la Cueva Huenul, donde el grado de ocupación fue mínimo y no se acumularon elementos que pudieran alterar los resultados de las dataciones.
Además de las pinturas, el equipo de trabajo encontró ramas teñidas de ocre, que son evidencia del uso de pigmentos en la cueva durante el Holoceno medio.
Este hallazgo, junto con las pinturas rupestres datadas, fortalece la idea de que la cueva fue un lugar de comunicación visual importante para las poblaciones humanas de la zona.
Este descubrimiento histórico realizado por el equipo de especialistas del Conicet en la Cueva Huenul destaca la importancia del arte rupestre como una forma de comunicación y transmisión de conocimientos a lo largo del tiempo.
Además, ofrece nuevas perspectivas sobre la resiliencia humana en contextos desafiantes como el cambio climático.