El fiscal José Mana ordenó la detención de 8 personas, entre ellas un director de un módulo de la cárcel de Bouwer, seis guardiacárceles y un médico del Servicio Penitenciario por el fallecimiento del preso César Darío Moreno (50), ocurrido en el interior de esa cárcel.
Todo se dio en el marco de la realización de 10 allanamientos con la colaboración del Departamento Homicidios de la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de la Provincia de Córdoba, en distintos puntos de la ciudad de Córdoba, y en el Establecimiento Penitenciario N° 1 (Cárcel de Bouwer), en los que se concretaron las detenciones.
Los uniformados también secuestraron elementos personales, encontrándose pendiente la aprehensión de un efectivo penitenciario, de quien se espera que comparezca a la sede de la Fiscalía en las próximas horas.
Según consta en la acusación realizada por el fiscal Mana y difundida a través de la prensa, Moreno fue atado de pies y manos en una cama y lo mantuvieron así, inmovilizado y sin recibir atención médica, durante 48 horas. Finalmente, se descompensó y murió.
Mana logró reunir un amplio abanico de pruebas, entre algunas filmaciones de cámaras internas, testimonios y, sobre todo, el informe de los forenses, el cual reveló que Moreno habría sufrido una fortísima golpiza antes de morir.
Fueron imputados y detenidos el actual jefe del Módulo MD1 de esa cárcel, un médico y seis guardiacárceles.
Los ocho detenidos, todos pertenecientes al Servicio Penitenciario de Córdoba, fueron imputados como presuntos autores del delito de “Tortura seguida de muerte” (Art. 144 Ter inciso 2 del C.P), un delito que prevé la pena de prisión perpetua.
César Darío Moreno no tenía antecedentes penales, según consta en la causa. El 14 de septiembre había sido detenido por un incidente en una panadería de Nueva Córdoba. Primero fue trasladado al Establecimiento Penitenciario 9 (ex-UCA), y luego por cuestiones de espacio fue trasladado a la cárcel de Bouwer, pese a que todavía no estaba resuelto si le iban a dictar la prisión preventiva.
Según publicó el mismo portal, la víctima habría discutido con uno de los guardiacárceles apenas ingresó a Bouwer. Fue allí que habría sido reducido y golpeado por otros efectivos del Servicio Penitenciaría.
Tras esta presunta golpiza, en lugar de recibir atención médica, Moreno fue esposado de pies y manos a una cama y dejado en una celda aislado. Así permaneció al menos 48 horas, hasta que murió el 18 de septiembre.