La temporada de lluvias en Bolivia se encuentra en su fase final luego de cinco meses de intensas precipitaciones. Dejó, hasta ahora, 55 personas fallecidas, cinco desaparecidas y cerca de 250.000 familias afectadas.
El funcionario boliviano detalló en conferencia de prensa que desde noviembre del año pasado, cuando comenzaron las precipitaciones, a la fecha, 247.360 familias tuvieron algún tipo de afectación a consecuencia de deslaves o inundaciones. Anteriormente, la sequía y las olas de calor preocupaban en el país limítrofe.
Calvimontes indicó que, a pesar de la proximidad del fin de la temporada de lluvias, varios municipios del país aún enfrentan situaciones críticas con la posibilidad de que las alertas «naranja» se conviertan en «roja» por las crecidas de ríos o los deslizamientos de tierra.