El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, aguarda un paro de 48 horas convocado por la UEPC en medio de descuentos y llamados al diálogo.
El conflicto entre el Gobierno provincial y la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) ha alcanzado un punto crítico, con la falta de acuerdo salarial tras 60 días de negociaciones.
Este lunes y martes se llevará a cabo un paro de 48 horas, seguido de una manifestación en la ciudad de Córdoba, que se anticipa como «histórica» por la cantidad de docentes que se espera participen en la protesta.
El gobernador Martín Llaryora ha tomado medidas ante la situación, incluyendo el descuento de los días no trabajados y una convocatoria al diálogo.
Ambas partes reconocen que la contundencia del paro y la manifestación callejera tendrán un impacto significativo en la negociación estancada. El conflicto parece trasladarse a las calles, donde se espera una fuerte presencia de docentes reclamando por sus salarios.
En cuanto a las negociaciones paritarias, Llaryora ha defendido su postura argumentando las limitaciones presupuestarias de la provincia.
Por otro lado, la UEPC ha expresado su preocupación por el impacto del aumento salarial otorgado por decreto en los jubilados docentes, así como por la «achatamiento» de la pirámide salarial del sector.
El gobernador ha decidido no discutir los aumentos otorgados por decreto en junio y julio, y propone una revisión de los salarios a partir de agosto, incorporando una «cláusula gatillo» por inflación y sumas fijas.
La duración de la paritaria también es motivo de disputa, con el Gobierno buscando un acuerdo hasta noviembre y la UEPC prefiriendo un plazo de tres meses.
El peso político del conflicto no pasa desapercibido, con acusaciones de motivaciones políticas por parte del Centro Cívico, apuntando a la influencia de sectores de izquierda en las decisiones del gremio docente y a la participación de la oposición en la movilización del martes.