La provincia de Córdoba atraviesa una situación crítica debido a los incendios forestales que se mantienen activos
Este sábado, las autoridades reportaron dos focos en Berrotarán y San José de la Dormida, mientras que el panorama continúa siendo desfavorable por las condiciones climáticas de altas temperaturas, vientos y baja humedad, factores que incrementan el riesgo de propagación.
El foco en Berrotarán se originó el viernes por la tarde, afectando pastizales, rastrojos y parte del bosque nativo. Bomberos voluntarios de Berrotarán, Alcira Gigena, Los Cóndores, Almafuerte, Río Tercero y Embalse, junto a equipos de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, trabajaron intensamente toda la noche. A pesar del avance rápido de las llamas, las autoridades confirmaron que no hay riesgos para viviendas ni estructuras en la zona.
En San José de la Dormida, otro incendio se activó el sábado por la tarde, ubicándose a unos cuatro kilómetros del pueblo. La zona se encuentra en “alerta máxima” debido a la cercanía del fuego y a la escasa visibilidad, lo que llevó a las autoridades a cortar la Ruta Nacional 9 para garantizar la seguridad de los pobladores.
A este panorama se suman las labores recientes de contención en la Quebrada de la Mermela, en Traslasierra, donde el fuego se extendió por varios días y obligó a cortar la Ruta Provincial 28. Después de semanas de esfuerzos, se logró controlar el incendio, aunque bomberos permanecen en el área para evitar reinicios.
La situación podría mejorar el lunes con un pronóstico de lluvias que eleva las esperanzas, ya que se estima un 50% de probabilidad de precipitaciones. Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, comentó que el incremento en la humedad relativa sería de gran ayuda para reducir el riesgo de nuevos incendios. Sin embargo, Schreiner destacó la necesidad de monitoreo constante, ya que se anticipa una temporada de incendios compleja durante octubre y noviembre.
La combinación de altas temperaturas, vientos secos y baja humedad han puesto a Córdoba en un riesgo extremo de incendios forestales, complicando los esfuerzos de contención en toda la provincia.