El miedo y la falta de formación frenan el uso abierto de la inteligencia artificial en el trabajo.
Un estudio reciente de **Slack**, basado en encuestas a más de 17.000 empleados en todo el mundo, reveló que casi la mitad de los trabajadores ocultan a sus jefes el uso de inteligencia artificial (IA).
Esta reticencia está motivada por el temor a parecer menos competentes o perezosos, a pesar de que la IA podría hacerlos más productivos.
Además, los resultados muestran que el uso de la IA por parte de los empleados ha comenzado a desacelerarse, especialmente en países como Estados Unidos, donde las tasas de adopción aumentaron solo un 1% en el último año.
Esto ocurre a pesar de que investigaciones, como las de McKinsey, destacan el potencial de la IA para generar hasta 4,4 billones de dólares en ganancias económicas globales anuales.
Uno de los mayores desafíos es la falta de formación en IA. Según el informe, el 61% de los empleados ha dedicado menos de cinco horas a aprender sobre estas tecnologías, y el 30% no ha recibido ninguna capacitación.
Mientras tanto, los gerentes esperan que su uso se incremente, lo que podría generar tensiones y expectativas desalineadas dentro de las organizaciones.
Otro hallazgo clave es la brecha generacional en el uso de la IA. Los empleados jóvenes adoptan estas herramientas con mayor entusiasmo, creyendo que tienen habilidades superiores en comparación con sus colegas mayores.
Sin embargo, este cambio también podría reducir las interacciones sociales en el lugar de trabajo, ya que los jóvenes prefieren buscar apoyo en la IA en lugar de acudir a compañeros más experimentados.
Para abordar estas problemáticas, Christina Janzer, vicepresidenta senior de investigación en Slack, insta a las organizaciones a implementar programas de formación personalizados y a fomentar una cultura de diálogo abierto.
De esta manera, los empleados podrían superar sus temores y aprovechar el verdadero potencial de la IA en sus tareas diarias.