La cantora de Arequito deslumbró al público con clásicos del folklore y colaboraciones especiales, reafirmando su reinado en el Festival de Jesús María.
La noche de Soledad Pastorutti volvió a ser una de las más esperadas y emocionantes en el Festival de Jesús María.
Con cerca de 20.000 personas presentes, la «Reina de Jesús María», como la presentaron desde el escenario, renovó su conexión con el público al recorrer un repertorio lleno de clásicos del folklore, composiciones propias y sorpresas que encendieron la velada.
Plenamente vestida para la ocasión y llena de energía, Soledad invitó a los asistentes a disfrutar de una noche larga y festiva, alternando entre chacareras, zambas y valses.
Entre los momentos más destacados, la Sole compartió escenario con Raly Barrionuevo, regalando una interpretación cargada de emoción y complicidad.
«¿Qué hubiera sido de mi vida sin ustedes?», expresó con gratitud al público, mientras recordaba los inicios de su carrera y la responsabilidad que siente por entregar lo mejor de sí en cada show.
Además, la artista subió al escenario a una niña del público, con quien compartió parte de una canción, ganándose una ovación.
La sorpresa de la noche llegó cuando presentó a Eugenia Quevedo, la cordobesa de la LBC, para cantar juntas, sellando una noche cargada de emoción y talento.
Soledad demostró, una vez más, por qué es una figura imprescindible en el Festival de Jesús María.