La movilización que se realizó ayer en Buenos Aires de jubilados e hinchas de fútbol terminó con graves incidentes y más de 120 detenidos
Alrededor de las 16, las fuerzas de seguridad avanzaron sobre el millar de hinchas y manifestantes que se habían reunido en la plaza frente al Congreso de la Nación y habían logrado cortar las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. En respuesta, se activó el protocolo antipiquete. Reprimieron con camiones hidrantes y gases. Los hinchas respondieron con piedras y palos.
Los enfrentamientos de manifestantes con la Policía dejaron al menos 124 personas detenidas, según el reporte oficial. Además hubo 31 heridos, uno de ellos un fotógrafo hospitalizado en grave estado. Los manifestantes prendieron fuego dos patrulleros y más de 70 contenedores de basura.
La violenta represión policial que se dio en las afueras del Congreso durante la manifestación de jubilados e hinchas de clubes de fútbol generó un fuerte repudio en toda la ciudad de Buenos Aires y cientos de personas salieron a las calles y a sus balcones a cacerolear.
La manifestación se sintió con fuerza en barrios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como Colegiales, Villa Crespo, Ramos Mejía, Caballito, Avellaneda, Palermo y Lugano, así como en ciudades del interior.
El cacerolazo fue convocado en redes sociales por distintos sectores políticos y sociales, entre ellos la exdiputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman, luego de la difusión de imágenes de los incidentes entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Los participantes expresaron su rechazo al accionar de la Policía Federal, Gendarmería Nacional y la Policía de la Ciudad, que intervinieron con gases lacrimógenos, camiones hidrantes y balas de goma para dispersar la protesta.