La denuncia de un grupo de médicos de un hospital de Bariloche destapó la presencia de una horrífica secta dedicada a la trata de personas

La investigación resultó la detención de 14 personas que intentaban fugarse de Argentina, entre ellas el presunto líder del grupo, quien ya había sido condenado a once años de cárcel en Europa. Las víctimas fueron encontradas en estado de desnutrición, sin pelo y hasta embarazadas.

El caso se inició en el Hospital Zonal Dr. Ramón Carrillo de Bariloche, cuando los médicos y enfermeros detectaron comportamientos inusuales en torno a una adolescente embarazada de nacionalidad rusa.

La joven extranjera – cuyo pasaporte indicaba que tenía 22 años, pero los investigadores del caso informaron que es menor de edad – acudía a sus controles médicos siempre acompañada por dos mujeres que no la dejaban ni hablar con los médicos.

La situación despertó sospechas, pero la alerta se intensificó cuando, al momento del parto, una de las acompañantes rompió el documento donde la joven había registrado el nombre del padre del bebé. Ante la denuncia del personal médico, la Justicia comenzó a investigar y rescató a la víctima y al recién nacido.

Gracias a la denuncia de los médicos, se descubrió la existencia de una red de trata de personas vinculada a una secta que operaba desde los años ‘90 en Europa, con origen en Montenegro.

La organización, que había logrado reunir hasta 20.000 seguidores en sus inicios, se separó en ramas que comenzaron a operar en Europa y América. Su líder era Konstantin Rudnev, quien había sido condenado a 11 años de cárcel por abusar sexualmente de sus propias seguidoras en Siberia.

La secta se caracterizaba por exigir obediencia absoluta a su líder, el desprendimiento total de sus bienes materiales y la alimentación restringida.

Se descubrió que los integrantes del grupo comían solo lo que quedaba de las sobras que dejaba Konstantin Rudnev: primero comían los miembros de mayor jerarquía y luego el resto, dejando a muchas de las mujeres en estado de desnutrición y con pérdida de cabello.

Además de los abusos y la trata de personas, la organización criminal se financiaba con la venta de cursos de yoga, por los cuales cobraban hasta 5.000 dólares. También se sospecha que utilizaban la ciudad patagónica como punto de paso para trasladar a personas con fines de explotación.

Junto a la joven que dio a luz había “seis mujeres, cuatro de nacionalidad rusa, una mexicana y otra que dijo ser de Brasil, pero también resultó ser rusa”, detalló una fuente del caso.

Las mujeres no fueron detenidas en un primer momento, pero la Justicia ordenó una serie de allanamientos donde se encontraron documentos de un hombre, que resultó ser el líder de la secta y que había sido condenado a 11 años de cárcel por abuso sexual en Siberia.

“Se descubrió cómo operaba esta organización y se entendió por qué todas las mujeres estaban tan flacas y casi sin pelo: comían las sobras de las sobras, según el mandato del líder”, describieron las fuentes.

Pese a la documentación, no encontraron a los sospechosos y los propios vecinos tuvieron que avisar que los habían visto escapándose a las corridas del lugar.

Ante esto, se emitió una alerta a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y el viernes por la noche se montaron operativos simultáneos en los aeropuertos de Bariloche y Buenos Aires.

En el aeropuerto Teniente Luis Candelaria de Bariloche, fueron detenidas ocho personas: un hombre de nacionalidad rusa y siete mujeres. Estaban por tomar un vuelo a Buenos Aires con destino final a Brasil.

En el aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires, la Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo a otros seis sospechosos, entre ellos, un hombre ruso que incluso estaba pantuflas, como recién salido de la cama. Cuatro mujeres también eran de nacionalidad rusa y una mexicana. Al igual que el otro grupo, intentaban huir hacia a Brasil.

Durante la detención en Bariloche, el líder de la secta intentó autolesionarse, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital local recibir atención médica. En tanto, una de las mujeres intentó escapar, aunque esto fue frustrado por las fuerzas de seguridad.

Los detenidos fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición de la justicia. Este lunes, el fiscal Fernando Arrigo iba a presentar el caso ante el juez federal Gustavo Zapata en una audiencia de formalización de la investigación penal.