Instituto empató 1-1 con Sarmiento en un partido donde mereció más pero se topó con un arquero imbatible.
Instituto igualó 1-1 ante Sarmiento de Junín en Alta Córdoba, en un partido que lo tuvo como gran protagonista pero en el que no pudo reflejar en el marcador todo lo que generó.
En el debut de Daniel Oldrá como entrenador, el Albirrojo mereció mucho más, pero terminó lamentando la falta de eficacia y la gran noche del arquero rival.
Desde antes del pitazo inicial, el hincha de la Gloria sabía que el encuentro ante Sarmiento era una “final” para seguir soñando con la clasificación a los octavos de final del Torneo Apertura de la Liga Profesional.
El arranque fue todo de Instituto, con dos ocasiones clarísimas: primero, un remate de Lázaro que obligó a Lucas Acosta a una atajada notable, enviando la pelota al córner.
Luego, tras ese tiro de esquina y un rebote, Luca Klimowicz quedó mano a mano, pero otra vez Acosta ahogó el grito de gol con una atajada sensacional.
La tensión se respiraba en el ambiente y el Albirrojo insistía, mientras el arquero ex Belgrano se iba agigantando. Sin embargo, en el complemento, Sarmiento fue letal: a los 9 minutos, en su primer remate al arco, Giménez clavó un golazo tras un contragolpe, dejando a Roffo sin chances.
El golpe fue duro, pero Instituto no bajó los brazos. Oldrá movió el banco y con el empuje de su gente, llegó el empate: Lodico, en su partido número 100 como profesional, conectó de cabeza uno de los innumerables centros que llovieron sobre el área de Sarmiento.
La Gloria se lanzó en busca del triunfo con más ímpetu que claridad, pero chocó una y otra vez contra un inspirado Acosta, figura indiscutida de la noche.
El 1-1 dejó un sabor amargo en Alta Córdoba: Instituto sigue con vida, pero ahora deberá jugarse todo en el clásico ante Talleres en la última fecha.