A los 18 años, Marcos Pasquini narra su camino desde Luque hacia México, pasando por Italia, en busca del fútbol profesional
Marcos Pasquini, oriundo de Luque, Córdoba, tiene apenas 18 años y lleva más de una década dedicado al fútbol. Sus primeros pasos los dio en la escuelita del pueblo, donde comenzó a demostrar talento desde muy pequeño. A los seis años, tuvo una experiencia corta pero valiosa en Talleres de Córdoba. «Fue lindo estar en un club de primera, aunque noté una gran diferencia comparado con jugar en Luque», recuerda el joven defensor central.
Pasquini continuó formándose en Luque hasta que, en 2019, se sumó al Polideportivo de Villa del Rosario, experiencia que amplió su visión futbolística. Cinco años después, en 2024, participó en una prueba internacional en Luque, donde su desempeño llamó la atención de visores europeos. Seleccionado para una prueba en Italia, logró destacarse lo suficiente para ser incorporado junto a otros argentinos en un proyecto innovador del Atlético Tulancingo, equipo de la cuarta división mexicana.
Experiencia en México: desafíos y aprendizajes
«La adaptación no fue sencilla, sobre todo por la altura; Tulancingo está a 2.160 metros, lo que te exige mucho físicamente», explica Marcos. Pero rápidamente resalta la calidez humana del grupo mexicano: «Nos recibieron como una familia, eso facilitó mucho el proceso».
No obstante, la continuidad del joven cordobés en México se complicó debido a inconvenientes migratorios. «En las aerolíneas no tenían correctamente registrados nuestros permisos, y ahora estoy esperando un llamado para resolver eso», aclara Pasquini.
Un sueño que no entiende de colores
Su objetivo prioritario es claro: «Quiero conseguir un contrato formal para jugar en Primera División. No tengo preferencia por clubes, lo que importa es la oportunidad; sea Talleres, Instituto, Belgrano, River o Boca, busco cumplir mi sueño desde chico», asegura.
Respecto al fútbol mexicano, destaca una diferencia clave con Argentina: «Allá es diferente, tal vez menos competitivo, pero económicamente es mejor. Por eso muchos jugadores argentinos buscan esa experiencia».

Ídolos y referentes
Marcos tiene a Lionel Messi como principal ídolo, pero en su posición se inspira especialmente en Cristian ‘Cuti’ Romero y Lisandro Martínez. «Me fijo mucho en ellos, aprendo observando cómo juegan en defensa», comenta.
La importancia de familia, amigos y estudios
La distancia trajo desafíos emocionales: «Se extrañan cosas simples como compartir mates en la plaza, ir a la cancha del pueblo, o estar con familia y amigos. Sin embargo, es importante adaptarse rápido para crecer», reflexiona Marcos.
Además del fútbol, Pasquini valora su educación. Aunque su viaje a México interrumpió su último año escolar, mantiene firme su objetivo académico: «Quiero terminar la secundaria y estudiar Ingeniería Agronómica; el campo siempre me interesó mucho».
Actualmente, Marcos Pasquini es jugador libre, lo que le permite decidir su futuro con autonomía, ya sea en México, Argentina o cualquier otro destino internacional. Con talento, esfuerzo y perseverancia, continúa avanzando con la mira puesta en alcanzar el profesionalismo.