Mariano Almada encabeza actualmente el área de Relaciones con la Comunidad y Culto del Gobierno de Córdoba, un organismo con un rol estratégico en la vinculación entre el Estado provincial y las diferentes expresiones religiosas
Durante una entrevista exclusiva con Hechos, explicó en detalle las funciones de esta dependencia, su alcance territorial y los nuevos instrumentos jurídicos que fortalecen el reconocimiento institucional de los credos.
“Nuestro objetivo es ser un brazo del Gobierno articulando con cada una de las iglesias, credos y cultos, sobre todo en el territorio, y facilitando desde el Estado provincial las herramientas necesarias para atender ciertas temáticas”, señaló.
Uno de los avances más relevantes durante su gestión fue el reciente decreto firmado por el gobernador Llaryora que otorga personería religiosa a las iglesias no católicas.
“Esto les permite dejar de inscribirse como merenderos o asociaciones civiles y ser reconocidas jurídicamente como lo que verdaderamente son: espacios de fe”, explicó.
El decreto, además, habilita la inscripción en el Registro Nacional de Cultos, lo que facilita trámites administrativos, fiscales y de habilitación municipal. Sobre la participación política de miembros de iglesias, Almada fue claro: “La participación política es personal y debe diferenciarse del rol institucional de la iglesia. No todos los fieles comparten las mismas ideas políticas, y eso exige honestidad intelectual”.
Finalmente, destacó que las comunidades del interior conviven pacíficamente y que este ejemplo debería proyectarse a nivel nacional: “Conviven credos, clubes, centros culturales y vecinos de distintas ideas. Ese modelo de diálogo y construcción colectiva es el mensaje que el interior tiene para ofrecerle al país”.