Graves incidentes con butacas quemadas, heridos y más de 350 detenidos obligaron a cancelar el partido.
El duelo entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana terminó en un escándalo por la violencia desatada en el estadio Libertadores de América.
El encuentro de vuelta de los octavos de final fue suspendido en el segundo tiempo tras registrarse graves incidentes en la tribuna visitante.
Hinchas del equipo chileno incendiaron butacas y lanzaron proyectiles hacia el sector local, lo que dejó varios heridos.
Uno de los momentos más dramáticos ocurrió cuando un simpatizante de la U de Chile se arrojó desde la tribuna alta para escapar de las agresiones y resultó gravemente lesionado.
Pese al despliegue de 650 efectivos policiales, los disturbios se extendieron dentro y fuera del estadio. La policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos, y se confirmó la detención de más de 350 hinchas visitantes.
La Conmebol decidió cancelar el partido y evalúa sanciones para ambos clubes.