Un derrumbe en una explotación aurífera clandestina de Santander de Quilichao mantiene en vilo a familias y rescatistas, que luchan contra la inundación y la precariedad del terreno.
Una nueva tragedia minera sacude al suroeste de Colombia. Este viernes, el colapso de una explotación de oro sin autorización en Santander de Quilichao, departamento de Cauca, dejó al menos siete obreros atrapados bajo toneladas de tierra y agua.
El incidente ocurrió en una excavación artesanal, carente de toda medida de seguridad, según confirmaron autoridades locales.
El socavón, construido de manera precaria, cedió de repente y su interior quedó completamente inundado, dificultando las tareas de rescate.
Brigadas de bomberos, socorristas de la región y personal de la Agencia Nacional de Minería trabajan contrarreloj para estabilizar el terreno y drenar el agua acumulada.
Sin embargo, las condiciones del lugar –angosto, sin ventilación y con filtraciones– complican cada movimiento.
Desde la Agencia Nacional de Minería advirtieron que la operación no contaba con permisos oficiales y representaba un serio riesgo tanto para los trabajadores como para el ambiente circundante.
“Las minas ilegales en Cauca ponen en peligro la vida humana y degradan el suelo y los ríos”, alertó un vocero de la entidad.
Mientras tanto, familiares de los mineros permanecen en los alrededores, aferrados a la esperanza de que puedan ser hallados con vida. Hasta el momento no trascendieron los nombres de los atrapados ni el tiempo estimado que demandará el salvamento.