El cometa interestelar pasará a 270 millones de kilómetros de la Tierra el 19 de diciembre. La ESA detectó un aumento de actividad y la aparición de dos colas, aunque especialistas aclaran que no representa ningún riesgo.

El cometa interestelar 3I/ATLAS continúa su avance hacia su punto de mayor aproximación a la Tierra, previsto para el 19 de diciembre. Pasará a unos 270 millones de kilómetros y agencias espaciales como NASA y ESA analizan su comportamiento para comprender su origen más allá del sistema solar.
Una reciente imagen captada por la misión Juice reveló signos de “activación”: el calor solar está erosionando su superficie de roca y hielo, generando una brillante coma y dos colas visibles. Una está compuesta por plasma y la otra por una tenue estela de polvo.
Aunque el análisis completo estará disponible en 2026, los primeros datos sorprendieron al equipo científico por la claridad del fenómeno. De todos modos, especialistas recalcan que el cometa no representa peligro alguno: su trayectoria no intercepta la órbita terrestre.
Su paso dejará información clave para estudiar la estructura interna de cometas interestelares, su reacción al calentamiento y las diferencias químicas con los cometas del sistema solar. Tras su acercamiento, el 3I/ATLAS continuará una trayectoria hiperbólica rumbo a los confines de la Vía Láctea.



