
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, dispuso una reconfiguración del gabinete provincial con el objetivo de reducir formalmente la estructura del Ejecutivo y fortalecer áreas consideradas estratégicas. La medida implica la eliminación de dos ministerios y cambios en la conducción de organismos clave.
Las carteras de Ambiente y Economía Circular, encabezada por Victoria Flores, y de Desarrollo Humano, a cargo de Liliana Montero, dejarán de funcionar como ministerios autónomos. Sus competencias serán integradas a los ministerios de Educación y Salud, respectivamente.
En ese marco, Flores asumirá como secretaria general de Educación y Ambiente dentro del ministerio que conduce Horacio Ferreyra, mientras que Montero ocupará la Secretaría General de Salud y Desarrollo Humano en la órbita de Ricardo Pieckenstainer. Ambas funcionarias conservarán rango ministerial, según confirmaron fuentes oficiales.
El único cambio de conducción se dará en la Agencia Córdoba Cultura. Marcelo Rodio, dirigente del peronismo capitalino y hombre de confianza del gobernador, dejará la Secretaría de Transporte para asumir la presidencia del organismo. El actual titular, Raúl Sansica, continuará como segundo en la estructura.
Desde el Centro Cívico explicaron que la reorganización apunta a fortalecer una mirada integral del Estado, mejorar la articulación territorial y dar mayor cercanía a las políticas públicas. Al mismo tiempo, el rediseño responde a cuestionamientos de la oposición sobre el tamaño del gabinete y se inscribe en una estrategia política de mediano plazo, con proyección hacia el escenario electoral de 2027.
Con estos cambios, el Gobierno de Córdoba pasará a contar con 12 ministerios y cinco agencias. Aunque la estructura se reduce en términos formales, el oficialismo sostiene que el peso político interno se mantiene y que el desafío central sigue siendo mejorar la presencia del Estado en el territorio.



