La inundación ocurrió durante el fin de semana de celebraciones del 4 de julio, en las afueras de San Antonio
Lluvias torrenciales azotaron el estado de Texas en los Estados Unidos (sobre todo el condado de Kerr el cual fue el más afectado por la inundación), durante el viernes del 4 de julio, día en el que se celebra la Independencia del país.
Las inundaciones dejaron un saldo de más de 90 muertos y decenas de personas desaparecidas, entre ellos adolescentes y niños. Además, se espera que el número de fallecidos aumente ya que Greg Abbott, gobernador de Texas, informó el domingo que 41 personas continúan desaparecidas y que esa cantidad podría incrementarse.
Camp Mystic, un campamento de verano cristiano para niñas ubicado a orillas del río Guadalupe en Texas, reportó que al menos 27 niñas murieron en el momento en el que las aguas golpearon el lugar.
Mientras tanto, las autoridades locales enfrentan cuestionamientos por la falta de previsión ante las inundaciones repentinas. Aunque funcionarios sostienen que el fenómeno fue inesperado, el Servicio Meteorológico Nacional había emitido múltiples alertas en la madrugada del viernes, incluidas advertencias por inundaciones repentinas y posteriormente una emergencia por inundaciones, una medida excepcional que advierte sobre un peligro inminente.