Gabriel Figueroa emocionó en TV nacional con su violín y su historia de superación
Apenas unas horas después de haber participado en el programa “Buenas Noches Familia” (Canal 13), Gabriel Figueroa dialogó con Hechos. Su aparición en televisión nacional fue tan emotiva como improvisada. Tocó el alma del público con su violín y su testimonio de vida, luego de recuperarse de un accidente que lo dejó en silla de ruedas hace casi 10 años. Hoy vive en Córdoba capital y sigue persiguiendo sus sueños con pasión.
Hechos: ¿Cómo surgió tu participación en el programa de Guido Kaczka?
Gabriel: Fue todo rapidísimo. Me hablaron el viernes desde la producción, por un reel que había subido tocando en la peatonal. Me dijeron si me animaba a ir el lunes… ¡y allá fui! El sábado armé las pistas hasta las 4 de la mañana, el domingo preparé todo y el lunes temprano ya viajaba. Fue una locura hermosa.
Hechos: ¿Esperabas que fuera tan emotiva tu intervención?
Gabriel: Para nada. Me enteré tres minutos antes qué tema iba a tocar. Guido eligió “Once mil”, un tema que suelo hacer en la calle, pero le hice una versión especial con piano, más emotiva. Iba con la idea de hablar más sobre mi música y mis proyectos, pero terminó saliendo mi historia de vida, y creo que fue lo correcto. Sentí que tenía que dejar ese mensaje de superación, de agradecer y de canalizar el dolor en algo bueno.
“La calle me salvó”
Hechos: ¿Cómo empezaste a tocar en la peatonal?
Gabriel: Fue un manotazo de ahogado. Estudiaba ingeniería, me iba bien, pero no era lo mío. La pandemia me hizo replantear todo. Retomé el violín, que estaba guardado, y me refugié en la música. Me animé a tocar en las calles de Jesús María después de un festival. La primera vez explotó de gente. Me llenaron de amor. Fue mágico. Ahí empezó todo.
Hechos: ¿Qué significa hoy para vos tocar en la calle?
Gabriel: Más que un trabajo, es una forma de rehabilitación. Es salir, conectar con la gente, ganarse su respeto, su abrazo. A veces estoy cansado, con dolor, pero salgo igual. La calle me dio tanto. Por eso, aunque ahora tenga otras oportunidades, voy a seguir tocando en la peatonal.
Proyectos que se vienen
Hechos: ¿Cuáles son tus próximos sueños?
Gabriel: Tocar en un teatro para toda la gente que me sigue. Viajar con la música. Y armar mi propio estudio de grabación en casa. Estoy haciendo cursos de producción, composición, grabación… Me gusta armar mi propio camino. Ya tengo seguidores en EE.UU., España, Cuba, Brasil. Quiero crecer también en redes.
Hechos: ¿Te llegó alguna propuesta artística nueva después del programa?
Gabriel: Entrevistas muchas, propuestas artísticas todavía no. Pero estoy abierto a lo que venga. Esto es muy nuevo. Ni yo me creo todo lo que pasó.
La emoción y el orgullo familiar
Hechos: ¿Qué pensaste cuando estabas ahí en cámara?
Gabriel: Pensé en mis viejos. Me emocioné mucho. Recibir su mensaje diciendo que estaban orgullosos de mí fue una caricia al alma. Uno de mis sueños era ese: hacerlos sentir orgullosos. Ellos me bancaron siempre, y ahora poder mostrarles que todo el esfuerzo valió la pena… no tiene precio.
Hechos: ¿Y tu gente de Santiago Temple?
Gabriel: Me escribieron todos. ¡Hasta los tíos músicos! Vamos a hacer una juntada pronto para tocar guitarra, violín y compartir música. Temple siempre está conmigo.
Hechos: ¿Te sentís presionado ahora que sos conocido?
Gabriel: Un poco. Me desperté hoy con llamados de canales, mensajes por todos lados. Me cuesta contestar a todos, pero lo agradezco. Esto recién empieza. Hay que disfrutarlo.
Hechos: ¿Qué fue lo más inesperado que viviste tocando en la calle?
Gabriel: Una chica me escribió que estaba pasando un momento horrible, pensó en quitarse la vida y al verme tocando se dio cuenta de que no estaba sola. Me dijo que mi sonrisa le dio esperanza. Ese mensaje me rompió. Saber que le cambié el pensamiento a alguien en un momento así… no hay premio más grande.