Científicos descubrieron en la Patagonia el fósil del Joaquinraptor casali, un dinosaurio de más de siete metros que murió con huesos de cocodrilo entre sus mandíbulas
Un hallazgo paleontológico de enorme valor se produjo en la Patagonia argentina: investigadores del Conicet, universidades públicas nacionales y el Museo de Historia Natural Carnegie de Estados Unidos identificaron el fósil de un megarraptor que vivió hace unos 70 millones de años, poco antes de la extinción masiva de los dinosaurios.
El nuevo ejemplar fue bautizado como Joaquinraptor casali y su hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature Communications.
Lo particular de este descubrimiento es que, al analizar el cráneo, los paleontólogos encontraron atrapados entre sus mandíbulas los huesos de un brazo de cocodrilo, lo que constituye evidencia directa de lo que pudo haber sido su última cena.
Los restos fueron encontrados en las cercanías del lago Colhué Huapi, en Chubut, e incluyen el cráneo, partes de las piernas, costillas, vértebras y fragmentos del esqueleto. Según las estimaciones, este dinosaurio alcanzaba los 7 metros de largo y pesaba alrededor de una tonelada.
Los megarraptores, carnívoros de gran tamaño que habitaron en Sudamérica, Asia y Australia, se caracterizaban por sus enormes garras y dientes afilados.
Según los expertos, el Joaquinraptor casali fue uno de los últimos de su especie antes de la desaparición masiva causada por el impacto del asteroide que marcó el fin del Cretácico.
El nombre elegido para el nuevo fósil rinde homenaje al hijo del paleontólogo Lucio Ibiricu, del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología, y a su colega Gabriel Andrés Casal.



