El Vaticano reconoció un milagro atribuido al fundador de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa. Será uno de los 12 nuevos beatos autorizados por el pontífice.

El Vaticano confirmó este miércoles que el empresario y laico argentino Enrique Ernesto Shaw será proclamado beato, luego de que la Iglesia reconociera un milagro atribuido a su intercesión. El Papa León XIV autorizó la promulgación del decreto correspondiente, que también incluye a otras 11 personas reconocidas como mártires durante la Guerra Civil española.
En el caso de Shaw, el milagro reconocido es la curación inexplicable de un niño de cinco años que había sufrido un grave traumatismo en la nuca tras ser golpeado por un caballo. El hecho fue considerado científicamente inexplicable y permitió avanzar en su proceso de beatificación.
La causa de canonización de Shaw se inició en 2001 en el Arzobispado de Buenos Aires, a partir de un exhaustivo análisis de su vida, testimonios y escritos. En 2021, el entonces Papa Francisco ya había firmado el decreto que lo declaraba Venerable Siervo de Dios.
Quién fue Enrique Ernesto Shaw
Enrique Shaw nació el 26 de febrero de 1921 en París, en el seno de una familia de gran tradición empresarial. Hijo de Alejandro Shaw y Sara Tornquist, regresó a la Argentina en 1923 y quedó huérfano de madre a los cuatro años. Desde joven destacó por su profunda fe religiosa y su compromiso con la Iglesia.
Se formó en la Armada Argentina, donde se convirtió en uno de los oficiales más jóvenes, y posteriormente desarrolló una intensa vida espiritual y apostólica. Tras un proceso de discernimiento, decidió dejar la Marina y dedicarse al mundo empresario, convencido de que allí debía llevar el mensaje del Evangelio.
Fue gerente general de Cristalerías Rigolleau, fundador y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), impulsor de la Universidad Católica Argentina y miembro activo de diversas organizaciones religiosas y sociales. Su pensamiento se centró en la responsabilidad social del empresario y la dignidad del trabajo.
En 1957 le diagnosticaron cáncer, enfermedad que no detuvo su intensa actividad apostólica. Falleció el 27 de agosto de 1962, a los 41 años, ofreciendo su vida por sus seres queridos.
El milagro reconocido
El milagro atribuido a Shaw ocurrió en 2015, cuando un niño de cinco años sufrió una gravísima lesión en la nuca tras recibir una patada de un caballo. Ante la gravedad del cuadro, su familia pidió la intercesión de Shaw. La recuperación del niño fue progresiva y confirmada por distintos estudios médicos, que constataron la ausencia de secuelas neurológicas significativas.
Hoy el niño lleva una vida normal, realiza deportes y tiene un buen desempeño escolar, lo que permitió a la Iglesia reconocer el hecho como milagroso.
Con esta decisión, la Iglesia incorporará a Shaw entre los nuevos beatos, destacando su testimonio como empresario cristiano comprometido con la fe, el trabajo y la justicia social.



