Una universidad de California analizó el impacto de las investigaciones de casi 200 mil científicos y elaboró un ranking con el 2% más destacado. Allí está Gabriel Bo, docente de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Villa María
La Universidad de Standford (California), realizó un análisis de las publicaciones científicas de más de 200 mil especialistas en Medicina Veterinaria y en base al impacto que tuvieron esas publicaciones -la cantidad de veces que fueron citados en otros trabajos científicos-, hicieron un ranking.
En el listado con el 2% -“Top 2%”- de científicos más destacados del planeta, está el docente de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Gabriel Bo.
Nació San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, estudió Medicina Veterinaria en Casilda, carrera que depende de la Universidad Nacional de Rosario, donde egresó en 1985. Migró a Canadá y en el año 1995 regresó a la Argentina.
Bo, es uno de los creadores del Instituto de Reproducción Animal de Córdoba (IRAC), además de docente de la carrera de Medicina Veterinaria del Instituto de Básicas de la Universidad Nacional de Villa María.
El especialista en reproducción bovina, habló sobre el perfil de los trabajos que viene publicando desde 1991 hasta la fecha. “Principalmente, son del área de mi especialidad, que es lo relacionado con el trasplante de embriones y la inseminación artificial”, dijo.
Es uno de los investigadores que desarrolló y fue mejorando a lo largo de su carrera científica los protocolos para esas técnicas reproductivas que hoy son usuales, pero que a mediados de los 90, cuando Gabriel Bo empezó a publicar sobre el tema, parecían traídas de una película futurista.
“Es un grupo de trabajo, esto no lo hace una persona sola. En estos tiempos, hemos sido bastante activos en el desarrollo de nuevos protocolos para la producción de embriones tanto in vivo como también in vitro”, dijo, agregando que vienen trabajado en lo que llaman “inseminación artificial a tiempo fijo”, es decir, la técnica que permite inseminar a grupos grandes de vacas en un solo momento.
Para eso, se requirió muchísima investigación, logrando una serie de tratamientos hormonales que permiten unificar el tiempo de ovulación en un lote de vacas. “Eso ahorra tiempo y dinero y permite mejorar los porcentajes de preñez y de pariciones”, agregó.
Gabriel Bo está casi desde los inicios de la carrera de Veterinaria en la UNVM. Primero como asesor y luego como docente. También colabora con universidades de Canadá, de San Pablo y de Uruguay.
“Creamos con dos veterinarios más el Instituto de Producción Animal de Córdoba, con el cual venimos trabajando hace tiempo”, dijo. También fue docente de la Universidad Católica.
Qué es para Gabriel Bo estar en el Top 2% de los científicos de Medicina Veterinaria
El especialista compartió que este premio es la culminación de un año muy bueno. Ya que recibió una distinción en Italia por su trayectoria.
“Te dan ganas de seguir por este camino, porque creo que las investigaciones que hacemos hay que compartirlas y esto ayuda a visibilizarlas. Si no difundimos el conocimiento, no sirve para nada, porque lo bueno es que lo pueda aprovechar la gente, los estudiantes, los que se están formando y los que vayan a aplicar estas tecnologías”, dijo
¿Qué es lo que se está gestando ahora para el futuro?
“Estamos viviendo una fase muy interesante, que, si bien se está aplicando mucho más ahora en la producción lechera que en la de carne, es muy activa. Me refiero a los métodos que se desarrollan para la detección de celos, de enfermedades o de rumia. También están los robots, que es algo que ha venido para quedarse. Creo que vamos a ver más cambios tecnológicos de ese tipo, que van a permitir alimentación diferenciada, con comederos inteligentes como los que están desarrollando en Córdoba. En los feedlot, hay bebederos que pesan al animal, por citarte algunos ejemplos”
“En definitiva, que el desafío mayor es trabajar para masificar ese desarrollo tecnológico, para que llegue a todos. Hoy en Argentina, el 15% de la ganadería de carne usa la inseminación como método reproductivo. Es un porcentaje alto si se lo compara con el resto del mundo, pero nosotros pensamos que falta llegar al 85%. En eso tenemos que poner el esfuerzo”, concluyó.