Es una tormenta histórica de invierno, las condiciones para la circulación son muy peligrosas. Hay al menos cinco personas que murieron por las tormentas: dos en Kentucky y una en Missouri, por accidentes automovilísticos y derrumbes, y dos en una ruta en Oklahoma.
Este viernes 23 de diciembre, una intensa tormenta invernal azotó gran parte de Estados Unidos provocando cierres de rutas y aeropuertos en el país en víspera de Navidad, afectando a más de 240 millones de personas, que dejó hasta ahora a más de un millón de personas sin electricidad y que causó al menos cinco muertos.
El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos (NWS) en su boletín emitido en la madrugada del 24 de diciembre, informó: «Más de 240 millones de personas (más del 70% de la población) están afectadas por alertas meteorológicas».
Los aeropuertos más afectados son los de Seattle, Nueva York, Detroit, Chicago y Denver, según informó la agencia de noticias AFP. El jueves 23 alrededor del 10% de los vuelos fueron cancelados, en la noche de este viernes más de 5.500 vuelos fueron cancelados dentro, hacia y desde los Estados Unidos, y las pistas del Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma están cerradas indefinidamente debido al hielo.
Varios estados, incluidos Nueva York, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte, se declararon en emergencia.
El fenómeno se extiende «desde la frontera canadiense hasta el Río Grande (en la frontera con México)», y desde la costa del Pacífico, en el noroeste, hasta la costa del Atlántico, en el este, señalan los meteorólogos estadounidenses.
El presidente Joe Biden, advirtió: “Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Por favor, tomen esta tormenta muy en serio”.
Este sistema de baja presión provoca un fuerte choque entre una masa de aire muy frío proveniente del Ártico y otra tropical que llega desde el Golfo de México.
Ya se batieron varios récords de frío: -53°C en el oeste de Canadá, -38°C en Minnesota, y más al sur, donde las temperaturas suelen ser más moderadas en esta época del año: -13°C en Dallas, -8°C en Houston.
Casi un millón de estadounidenses se encuentran sin electricidad, desde el comienzo de este viernes, sobre todo en el sureste del país (Georgia, Carolina del Norte, Texas, Connecticut).
Se confirmó que tres personas habían muerto en las carreteras de Kentucky. En Oklahoma, al menos dos personas fallecieron en la vía pública, según la agencia encargada del manejo de emergencias en ese estado. En Ohio, una colisión masiva de unos 50 vehículos en una carretera mató al menos a una persona.
Los funcionarios del condado de Erie, Nueva York, emitieron una prohibición de viajar, y solo el personal de emergencia y aquellos previamente autorizados pueden conducir.
El sistema de tormentas alcanzó características de «ciclones bomba», con ciudades como Boston, Chicago, Nueva York y Atlanta con ráfagas de viento superiores a 90 kilómetros por hora.