El reglamento debe ser publicado este año, según las autoridades del gobierno de Países Bajos.

Países Bajos autorizó la eutanasia para menores de 12 años que padecen sufrimientos intolerables e incurables, reclamada desde hace años por los pediatras, será posible anunció días pasados el gobierno de ese país.
Esto concierne a los niños afectados por una enfermedad o un padecimiento tan grave que la muerte es inevitable.
El ejecutivo precisó que esto concierne a un pequeño grupo, de cinco a diez niños cada año, para quienes las opciones de cuidados paliativos no son suficientes para calmar sus sufrimientos.
«Esto concierne a los niños afectados por una enfermedad o un padecimiento tan grave que la muerte es inevitable y esperada, sin futuro posible», dijo el ministro de Salud neerlandés, Ernst Kuipers.
Y, en una carta al parlamento, precisó que la ayuda a morir será posible cuando se trata de la única alternativa razonable para un médico de poner fin a los sufrimientos desesperados e insoportables del niño.
La eutanasia ya es legal en Países Bajos para los mayores de 12 años que pueden dar su consentimiento y para los bebés de menos de un año con el consentimiento de los padres.
Bélgica se convirtió en febrero de 2014 en el primer país del mundo que autorizó la eutanasia a niños con capacidad de discernimiento y sin límite de edad.
Tras una reevaluación del reglamento existente, el gobierno neerlandés decidió ampliar el acceso a la eutanasia para incluir a los niños de 1 a 12 años.
Pero en los Países Bajos «si el niño no puede pedirlo, el padre podrá hacerlo, consultando con el médico», precisó Axel Dees, portavoz del Ministerio de Salud.
En los Países Bajos aumenta el número de personas que recurren a la eutanasia, que llegó a 8.700 personas el año pasado, según cifras oficiales, y la mayoría sufrían cáncer en etapa terminal.
Cabe mencionar que en medicina la eutanasia (del latín euthanasia y griego antiguo εὐθανασία /euthanasía/, «buena muerte», «muerte apacible», es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico.