Javier Milei se refirió por primera vez a los trascendidos sobre posibles cambios en el Gabinete y lanzó un fuerte respaldo hacia todos sus ministros
El Presidente ratificó que Diana Mondino seguirá siendo la Canciller y confirmó que Federico Sturzenegger se sumará a la gestión a cargo de un Ministerio. Sobre este último, también negó roces con el titular de Hacienda, Luis Caputo, a quien el jefe de Estado le dedicó una gran muestra de apoyo.
“La idea es que Federico entre. Lo que sucede es que estuve afuera. Segundo es que tenemos que definir las funciones. Cambió la Jefatura de Gabinete. Guillermo es un ministro coordinador. Sturzenegger va a ser ministro encargado de todo lo que tiene que ver con la desregulación. Es uno de los economistas más brillantes del planeta. Caputo es el mejor ministro de economía de la historia. Que digan lo que quieran, acá hay un jefe, que soy yo. Nadie va a violentar los logros de Toto. Nadie le va a tocar el culo a Caputo. Le corto la mano”, dijo Milei sobre la interna económica.
Y agregó, para defender a la Canciller: “La cumbre de la Paz era un evento importante, mientras yo estaba declarando atrás estaba mi hermana y Mondino. Se acabó la discusión. Esas dos sillas las determino yo”.
Además, el jefe de Estado adelantó que José Luis Espert y Manuel Adorni podrían ser candidatos en las elecciones del año que viene: “Espert me gusta para candidato para el año que viene. Hay que discutir un montón de cosas, pero convengamos que tengo un nivel de afinidad muy importante. Me parece buenísimo que se haya sumado, particularmente pienso que es un candidatazo. Adorni también me gusta, pero eso depende de Manuel, lo que pasa es que es un gran vocero, eso sería un problema. Él también elige”.
En sintonía con esto, sobre la politización de algunos sectores, Milei fue consultado por el rol de la Iglesia a raíz de la polémica por los cánticos en las misas. Al respecto, expresó: “No creo que toda la Iglesia sea lo mismo. Hay partes que juegan activamente y otras no. Hay gente que se arroga la representación del Papa y no la tiene. No sólo Grabois. Me parece que no le debe resultar nada simpático al Papa que aquellos que dicen defender a los pobres roben usando a los pobres de escudo. No sólo por Grabois. Vale para muchas partes de la corporación política. Toman una causa noble, promueven que esa causa sea apoyada por el Estado y después crean un kiosco. Patalean cuando le quitás el curro. Obvio que al Papa eso no le gusta. Me parece que puede tener una opinión distinta, también es válido. Yo no comparto muchas cosas pero entiendo que pueda pensar distinto. Me parece que no es el ámbito, pero es una opinión mía. No creo que un ámbito espiritual sea para la política. No lo haría, pero tampoco afecta mi derecho a la vida”.