La premiación anual World’s Best Vineyards destaca a las mejores bodegas a nivel mundial
En su edición 2024, 6 viñedos argentinos destacaron entre los 50 principales establecimientos, y uno de ellos ocupó el décimo puesto de la prestigiosa lista.
“Los ganadores se revelaron justo una semana después de la realización de las IV Jornadas Nacionales del Turismo del Vino en Mendoza. Y en ambos eventos, quedó algo bien claro, el futuro de la categoría Eno Gastro Turística es envidiable, y la Argentina es una de las grandes protagonistas”, expresó el sommelier y periodista especializado en vinos, Fabricio Portelli.
Las bodegas de renombre fueron galardonadas debido a la calidad de las experiencias de degustación de vinos y aprendizaje sobre la elaboración y el cultivo de las uvas que brindan a los visitantes. Este año, los tres primeros puestos fueron ocupados por Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal, de La Rioja, España, VIK, Millahue, en Chile, y Creation, Región Floral del Cabo (Sudáfrica).
“Pero, ¿por qué es tan importante que la Argentina haya tenido nuevamente mucha presencia en este listado Top 50, con seis bodegas? Porque confirma que es uno de los jugadores más importantes del enoturismo. Y esa es una gran noticia, porque en momentos en que el consumo y las ventas, tanto al mercado interno como al externo, están estancadas, las bodegas pueden hacer la diferencia a través de las experiencias que ofrezcan a sus visitantes, destacó Portelli.
Y agregó: “En 2018, las bodegas abiertas al turismo en Mendoza eran 146, hoy son 230. Mientras que los turistas del vino en el mismo período pasaron de 222.475 a 269.736. Esto evidencia un crecimiento, lento pero sostenido, a una tasa de más del 5% mensual, según datos del Observatorio Económico del Turismo del Vino de Mendoza. Por eso, haberse destacado una vez más en este prestigioso listado, no solo es bueno para las bodegas protagonistas, sino para toda la industria del vino”.
Las bodegas argentinas mejor posicionadas
-Finca Victoria, Durigutti Family Winemakers, de Luján de Cuyo, Mendoza: En el caso de los mayores exponentes argentinos, resaltó en el lugar número 10 y fue la mejor posicionada entre las bodegas del país.
Fundada en 2002 por los hermanos Héctor y Pablo Durigutti, nació como una pequeña bodega. Creció para incluir producción de vino, turismo y hospitalidad, con un enfoque en sostenibilidad y respeto por el patrimonio regional. Ofrecen recorridos por la finca y catas, junto con alojamientos en casas de huéspedes y un restaurante, 5 Suelos – Cocina de Finca.
-Bodegas Salentein, en el Valle de Uco, Mendoza: El puesto 18 le correspondió a este establecimiento fundado en 1996 por el empresario holandés Mijndert Pon. La imponente bodega arquitectónica, construida en 1998 y rodeada de viñedos con los Andes de fondo, destaca como un emblema del lugar.
José Galante, reconocido como el padre de la vinificación moderna en Argentina, lidera la producción con 800 hectáreas de viñedos situados entre 1.050 y 1.600 metros de altitud, donde los suelos aluviales permiten la creación de vinos de gran distinción.
-Matías Riccitelli, en Luján de Cuyo, se encuentra en el lugar 26. Nacido en Cafayate, Salta, Riccitelli desarrolló sus habilidades enológicas en Mendoza tras trabajar en una de las bodegas más destacadas de la Argentina y realizar cosechas en distintos países. En 2009, fundó Riccitelli Wines fusionando su experiencia con las enseñanzas de su padre, Jorge Riccitelli.
La bodega se encuentra a 1.100 metros de altitud, y las visitas ofrecen recorridos interactivos que combinan aprendizaje y diversión, destacando la creatividad y respeto por el patrimonio vitivinícola.
-El Enemigo, en Mendoza: Es un proyecto fundado por Alejandro Vigil y Adrianna Catena, y ocupó el puesto 29. Nació en 2009 durante un encuentro en Londres, y la producción se centra en un Cabernet Franc de alta altitud, con viñedos a 1.470 metros, inspirado en los Burdeos estilo Pomerol.
Sus vinos, como el ‘Gran Enemigo’, incluyen ensamblajes con Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Merlot, lo que refleja la esencia de los suelos del Valle de Uco. La bodega utiliza modernas técnicas con huevos de hormigón y foudres centenarios de roble alsaciano.
-Bodega DiamAndes: En el lugar 39 se ubicó este establecimiento fundado en 2005 en el Valle de Uco por sus condiciones óptimas de cultivo y entorno prístino. La finca, ubicada a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, cultiva 130 hectáreas de viñas de manera orgánica y manual, lo que asegura uvas de alta calidad y equilibrio natural.
Fue diseñada para integrarse con su entorno, al aprovechar la luz natural y mantener un bajo consumo energético. Las visitas ofrecen recorridos completos por las instalaciones, catas guiadas y la ‘Blend Class Academy’ para explorar las características de las variedades y las mezclas de los enólogos.
-Bodega Colomé: La salteña se ubicó en el puesto 40. Surgió en 1831, en el Valle Calchaquí de Salta, y es reconocida como la bodega más antigua de Argentina y pionera en la viticultura de altura.
Con viñedos situados entre los 2.000 y 3.111 metros de altura, como la parcela ‘Altura Máxima’, produce vinos de carácter profundo y aromas intensos gracias a las pieles más gruesas de las uvas, enriquecidas con antioxidantes y polifenoles. Prioriza la sostenibilidad, al utilizar fertilizantes naturales, capturar agua del deshielo y generar electricidad mediante un sistema hidroeléctrico.
Entre las bodegas latinoamericanas que fueron premiadas se hallaron: VIK, Chile (puesto 2); Bodega Garzón, Uruguay (puesto 11); Montes, Chile (puesto 17); Viu Manent, Chile (puesto 19); Bodega Bouza, Uruguay (puesto 38); Viña Casas del Bosque, Chile (puesto 49).