Javier Milei tenía previsto concluir su cita con Xi Jinping e ir al encuentro de Kristalina Georgieva para avanzar en una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita a la Argentina obtener un nuevo crédito
Protocolo del Gobierno le avisó a la titular del FMI y le pidió una postergación que fue aceptada. En ese interín, Milei se encontró con Narendra Modi, que gobierna a la India y al culminar la reunión con él, se acercó al lugar en el que Georgieva ya se encontraba junto a la delegación nacional.
El jefe de Estado llegó al encuentro acompañado por Karina Milei -secretaria General de la Presidencia-, Gerardo Werthein -ministro de Relaciones Exteriores-, Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda y Pablo Quirno, secretario de Finanzas.
La titular del organismo, por su parte, calificó el encuentro como “otra reunión productiva” y aseguró que la gestión de Milei logró “impresionantes progresos”. Lo hizo a través de una publicación en su perfil de la red social X. “Hemos hecho un balance de los impresionantes progresos realizados en la estabilización de la economía y en su transformación en una economía de mercado. Estamos dispuestos a apoyar a Argentina y a su pueblo en la consolidación de estos logros”, destacó Georgieva.
A fin de año, la Argentina termina el programa con el FMI que inició Mauricio Macri y renegoció Alberto Fernández. Y ahora toca definir qué programa negociará el país y bajo qué condiciones económicas y financieras. Milei y Caputo quieren un importante desembolso -al menos 10.000 millones de dólares- y la posibilidad de fijar los tiempos políticos para abrir el cepo financiero.
Georgieva, su staff y el board del Fondo eran reluctantes a las condiciones propuestas por la administración libertaria, pero la cena de Milei con Donald Trump reformuló la ecuación política-técnica. En el FMI asumen que Trump jugará al lado de Milei – ya lo hizo con Macri-, y se preparan para un disruptivo gesto de poder que ordene y acelere la negociación a favor de Balcarce 50.