En un año influido por el auge de movimientos que cuestionan la ciencia, destacamos algunos de los avances más importantes en biomedicina y salud, que nos permiten mirar hacia 2025 con optimismo.
A pesar de las voces que promueven el creacionismo o critican el trabajo de los meteorólogos, la ciencia sigue avanzando. Este año estuvo marcado por noticias preocupantes, como el agravamiento del cambio climático, la propagación de la gripe aviar y los resultados electorales en Estados Unidos, pero 2024 también nos dejó hitos esperanzadores, especialmente en el ámbito biomédico.
El año de las terapias CAR-T
En la lucha contra el cáncer, 2024 fue un año destacado para la inmunoterapia, y especialmente para las terapias CAR-T. Estas permiten entrenar el sistema inmunológico del paciente para identificar y eliminar células tumorales. Aunque estas terapias ya mostraban eficacia en cánceres de sangre como la leucemia, este año marcaron un avance en tumores sólidos. Un caso emblemático fue el ensayo clínico de la Universidad de Stanford, donde un paciente de 17 años logró la remisión completa de un tumor cerebral incurable.
En cuanto al cáncer infantil, investigadores del IRB Barcelona y el HSJD-IRSJD realizaron un estudio pionero que confirmó que los tumores más agresivos en niños son esencialmente diferentes de los que afectan a los adultos, y que muchos bebés nacen con alteraciones genéticas que los predisponen a estas enfermedades.
Inteligencia artificial al servicio de la salud
El uso de inteligencia artificial trajo novedades prometedoras en salud. Un equipo español desarrolló un algoritmo capaz de distinguir entre células sanas y cancerosas, así como detectar fases tempranas de infecciones virales. En China, científicos descubrieron cómo ciertos trastornos metabólicos, como la diabetes, pueden estar relacionados con cambios en la temperatura facial, lo que abre posibilidades para diagnósticos tempranos mediante IA.
Gracias a la IA, también se expandió el ‘Atlas de las células humanas’, revolucionando la biología celular. Asimismo, el Proyecto Conectoma Humano logró mapear por completo el cerebro de la mosca, incluyendo 140.000 neuronas y más de 50 millones de conexiones, un avance clave para entender los circuitos neuronales.
Innovaciones en terapias génicas
El campo de las terapias génicas alcanzó hitos importantes. Por ejemplo, un trasplante de células madre reprogramadas logró revertir la diabetes en una joven de 25 años, permitiéndole producir insulina sin necesidad de medicamentos.
También fue relevante un ensayo clínico que restauró la audición en ambos oídos de cinco niños con sordera congénita causada por mutaciones genéticas. Además de recuperar la audición, los niños mejoraron su percepción del habla, lograron localizar sonidos y hasta disfrutar de la música.
Avances en neuroprótesis
Las neuroprótesis siguen transformando vidas. En diciembre, se informó que dos personas con lesiones medulares recuperaron movimiento gracias a estimulación cerebral profunda. Asimismo, se presentó la primera prótesis biónica que utiliza imanes en lugar de electrodos, permitiendo a usuarios sortear escaleras y obstáculos. Un dispositivo no invasivo mejoró la movilidad de brazos y manos en pacientes con tetraplejia, marcando otro avance significativo.
La “revolución Ozempic”
2024 consolidó el impacto de nuevos fármacos como Ozempic, eficaces para tratar diabetes y obesidad. Sus creadores fueron reconocidos con el premio Princesa de Asturias, y se estudian ahora sus posibles beneficios en enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, y en la protección de órganos vitales como el corazón y el hígado.
Además, investigadores del CNIO identificaron una vía molecular que regula las ganas de hacer ejercicio, lo que podría llevar al desarrollo de fármacos para estimular la actividad física, un propósito que muchos se plantean cada Año Nuevo.