Javier Milei cuestionó las trabas del bloque y pidió apertura económica, aun si Argentina queda sola
Javier Milei reclamó una transformación profunda en la política económica del Mercosur durante su discurso en la Cumbre de Presidentes del bloque.
En un tono firme, planteó que la región debe abandonar la “cortina de hierro” que limita el comercio y propuso avanzar hacia un modelo de apertura más libre, con mayor autonomía para cada país.
«La Argentina no puede esperar. Emprenderemos el camino de la libertad, acompañados o solos», advirtió.
El mandatario argentino calificó al Mercosur como una estructura “burocrática y elefantiásica” que, según dijo, castiga a las poblaciones con bienes de menor calidad y mayor precio.
También celebró el acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), destacando su potencial para impulsar exportaciones hacia mercados de alto poder adquisitivo.
Tensiones diplomáticas y traspaso de mando
En un clima de tensión política, Milei transfirió la presidencia pro tempore del bloque a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene profundas diferencias.
Aunque no hubo cruces directos, el gesto institucional de estrechar manos marcó un momento significativo. Lula evitó referirse al discurso de Milei y enfocó su intervención en avanzar el acuerdo con la Unión Europea antes del fin de su mandato al frente del Mercosur.
Reclamos por derechos humanos
Además de su agenda comercial, Milei reiteró su condena a las detenciones arbitrarias en Venezuela y exigió la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, aportó otra perspectiva al destacar los beneficios de la integración regional a través de nuevas obras de infraestructura que facilitarán el comercio entre Brasil, Chile y otros países del cono sur.