El operativo Río de Janeiro dejó más de 130 muertos en los complejos Alemão y Penha
El operativo en Río de Janeiro sumó más de 130 muertos tras el enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.
Las acciones se concentraron en los complejos de Alemão y Penha, donde participaron más de 2500 agentes de la Policía Civil y Militar. Según el Ministerio Público del Estado, el despliegue fue resultado de una investigación de un año.
Los grupos criminales respondieron con explosivos lanzados desde drones y ráfagas de disparos. Entre las víctimas se cuentan dos agentes de seguridad.
“Lo que enfrentamos ya no es delincuencia común; es narcoterrorismo”, declaró el gobernador Cláudio Castro. Mientras tanto, organismos de derechos humanos alertan sobre posibles abusos en zonas urbanas y el impacto en comunidades de las favelas.
Narcoterrorismo y respuesta estatal
Las autoridades incautaron 72 fusiles y buscan a los principales líderes del Comando Vermelho. El gobierno de Río aseguró que los enfrentamientos se desarrollan en áreas boscosas para evitar víctimas civiles, aunque vecinos denunciaron operativos dentro de viviendas.
El hecho reaviva el debate sobre el uso de fuerzas militares en contextos urbanos y la violencia estructural que afecta a las periferias brasileñas.



