El descubrimiento se produjo a dos metros bajo tierra, en un contexto excepcional: la pieza permanecía sumergida en aguas subterráneas, circunstancia que resultó determinante para su integridad.
El descubrimiento se produjo a dos metros bajo tierra, en un contexto excepcional: la pieza permanecía sumergida en aguas subterráneas, circunstancia que resultó determinante para su integridad.